Los principales biógrafos del General Martín Miguel de Güemes vivieron y lo estudiaron entre 1870 y 1970. La mayoría de los actuales historiadores se basaron en ellos para realizar sus trabajos. Lo que aporta este artículo fue dado a conocer en 1955 (135 años después de su muerte, aunque no fue de una mayor divulgación hasta 1970) y en 1983 (160 años de ocurrido su fallecimiento). No se trata de revisionismo histórico, sino de nueva documentación que nos permite una mayor clarificación y agregar mayor información.
“Martín Miguel Juan de Mata, criatura nacida de dos días, e hijo legítimo de don Gabriel de Güemes Montero y de doña Magdalena de Goyechea y de la Corte”, es lo expresado en la partida de bautismo existente en la iglesia matriz de la ciudad de Salta. Como se podrá observar, nada se dice sobre el lugar de origen del prócer americano. También se discute la fecha de nacimiento. Mientras Domingo y Luis Güemes afirman que nació un 8 de febrero, Atilio Cornejo dice que es el 7 de febrero. Un estudio del Instituto Güemesiano de Salta realizado en esa provincia en 1982 y del que participaron los miembros de número y correspondientes, tampoco pudieron dilucidar esta duda. No existe en Salta ninguna certificación sobre su lugar de nacimiento.
Martín Miguel de Güemes era hijo de un español y de una jujeña descendiente directa del fundador de San Salvador de Jujuy, Francisco de Argañaraz y Murguía, familia conocida como los “infinitos”, por la antigüedad que tenían en América. Gabriel de Güemes se instala en Jujuy para hacerse cargo de las Cajas Reales, designado por la corona española, donde contrae matrimonio con María Magdalena de Goyechea y de la Corte y tiene su primer hijo Juan, nacido en San Salvador. El segundo (Martín) nace en tiempos en que las Cajas Reales son trasladadas a Salta, a pesar de una tenaz resistencia de los jujeños para que ello no ocurriera. Magdalena de Goyechea y de la Corte era nieta “legítima” de doña Mariana de Argañaraz y Murguía, por lo tanto Güemes es descendiente directo del fundador de San Salvador de Jujuy.
“Su país: Jujuy”
El prestigioso historiador Emilio Bidondo, de reconocida trayectoria internacional, en oportunidad de asistir al Primer Congreso Internacional de Historia Militar -celebrado en Zaragoza, España a fines de 1982-, conjuntamente con Juan Marchena Fernández (catedrático de Historia de América de la Universidad de Sevilla), descubre entre la documentación del Archivo General de Simancas, España, importantes datos sobre los integrantes del Ejército de Indias en el Río de la Plata, especialmente de los regimientos y batallones del norte argentino.
Ahí surge este documento de suma importancia para tratar de dilucidar el lugar de nacimiento del prócer americano. La foja u hoja de servicio del personal militar español en el continente americano, conservado en este archivo expresa:
“El Cadete Dn. Martin de Güemes… su edad 17 años, Su País Jujuy… su calidad Distinguida… su salud Robusta… sus servicios y circunstancias lo que expresa.
Tiempo en que empezó a servir en los Empleos. De Cadete 10 meses-18 días. Total hasta fines de diciembre de 1799. 10 meses.
Regimiento donde ha servido. En el actual.
Firmado: Luis Antonio de Lahite”
Notas del Coronel.
Valor: Se supone. Aplicación: Regular. Capacidad: Regular. Conducta: Regular. Estado: Soltero
Firmado: Texada
Informe del Inspector.
Me conformo con el Coronel.
Firmado: Sobremonte”
Según lo expresado por Luis Güemes en “Güemes documentado”, se incorpora al Regimiento de Infantería de Buenos Aires, III Batallón, 7º Compañía, que se hallaba instalado en la ciudad de Salta. Esta constancia hace referencia al ingreso y primer año de su carrera. Tanto Lahite, Texada y Sobremonte figuran como oficiales españoles en este comando militar. Fueron numerosos los hijos de españoles, radicados en Salta y Jujuy, que se sumaron a esta compañía.
Bidondo señala: “Podemos afirmar que este formulario –comúnmente nombrado como “Foja de Servicio”- era el elemento básico de los legajos militares, puestos en vigencia a partir de la ordenancista dinastía borbónica de España, tanto en los ejércitos de la metrópoli como en las tropas estacionadas en los dominios de ultramar”. La investigación fue publicada en el N° 37 de la revista Historia en 1990.
Estos datos son de mucha relevancia para confirmar el lugar de nacimiento. Cuando Martín Miguel ingresó al Ejército y al aportarlos en este documento oficial, debió estar acompañado por su padre o una “persona de acreditada nobleza o distinción”, como era la reglamentación de la época. Me parece imposible que un funcionario de la Corona proporcione datos falsos, cuando espera que la carrera militar sea el destino de su hijo.
“Agitadas por un Güemes natal de Jujuy”
Cuando el General José de San Martín ingresó a Lima (Perú) en 1820, entre la documentación encontrada se hallaba la “Memoria militar del General Pezuela”, que según dicen eran dos tomos. El primero comprendía entre los años 1813 y 1815. La segunda a partir de esa fecha, la que nunca fue encontrada. Para su resguardo, el Libertador de Perú la envió para su guarda a la Biblioteca Nacional de Chile, donde se encuentra actualmente.
En 1955 el historiador peruano Dr. Félix Denegri Luna lo publica con notas y prólogo de su autoría. Esta edición es la que se hace pública y de donde se extrae numerosos datos que hacen referencia a nuestra Independencia. El General Pezuela, de una vasta trayectoria en las campañas militares europeas, se hace cargo del Ejército Real del Alto Perú y comienza una nueva invasión al norte argentino.
Entre sus subordinados se encuentran tres militares de raigambre salto-jujeñas. El coronel Saturnino Castro, que fue compañero de Güemes en el Ejército español; el coronel Pedro Antonio Olañeta y el teniente Guillermo Marquiegui, que se destacaron en el inicio de esta campaña. Especialmente Castro, que había derrotado al patriota altoperuano Baltasar Cárdenas y le había confiscado correspondencia que le había enviado el General Belgrano.
Estas cartas le permitieron a Pezuela adelantarse a los planes del General argentino y atacarlo en la batalla de Vilcapugio. A pesar del factor sorpresa, los españoles iban perdiendo la batalla. Los patriotas arrasaban a las tropas españolas, quienes comenzaron a huir, cuando apareció Castro al mando del escuadrón de Caballería Dragones, sorprendiendo y dispersando por completo a las tropas patriotas.
Saturnino Castro pasó a ser uno de los principales asesores de Pezuela, no solo por lo que había aportado en las batallas de Vilcapugio y Ayohúma, sino también por el conocimiento del sur boliviano y norte argentino, algo que el militar español desconocía completamente. Castro, además, fue compañero de Güemes en el Regimiento español por varios años y entre ellos existían solo dos años de diferencia. Para 1809, ambos ostentaban el grado de teniente en el ejército español.
En sus “Memorias” Pezuela se refiere a Castro, quien “a los principios de su llegada a Salta ‘de donde era natural’ con los escuadrones citados (Dragones y Cazadores) emprendió varias salidas por la campaña, tanto para ahuyentar los enemigos como para recoger ganado y mulas con que auxiliar al Ejército”. Destaca más adelante el crecimiento de los enfrentamientos con los gauchos de campo “agitados por un Güemes natural de Jujuy, que servía de comandante de avanzadas de los enemigos, y era no solo un práctico de los inmensos bosques del frente de ambas ciudades (Salta – Jujuy), sino un hombre a quién los gauchos profesaban afecto por tener haciendas en la campaña.”
Sin lugar a dudas Pezuela sabe muy bien con quién se enfrenta en esos momentos y lo conoce en base a referencias que le dio Saturnino Castro. Otro militar que los acompaña es español y en ese entonces coronel, Pedro Antonio Olañeta, quien también pudo haber aportado datos, ya que tenía familia en Jujuy al haberse casado con Josefa Marquiegui, hermana de Guillermo Marquiegui, también militar que integraba el ejército español.
Olañeta conocía muy bien a Güemes, a tal punto que en una carta fechada el 21 de octubre de 1816, el patriota argentino lo trata de “Muy señor mío y pariente”.
Ambos militares conocían muy bien a Güemes, es por eso que toma especial relevancia las Memorias de Pezuela al señalar que se enfrentaba al “comandante”, “natural de Jujuy”.
La tradición oral
Son varias las familias reconocidas de Jujuy que hacen referencia a esta tradición oral sobre el nacimiento de Güemes, es por eso que vamos a tomar como ejemplo la de los Ovejero, ligada a ambas provincias y muy cercana a esta familia, a tal punto que adquirieron la casa donde vivió su juventud Martín Miguel y su padre Gabriel de Güemes y Montero presidia las Cajas Reales del gobierno español, situada en la calle España y donde actualmente funciona el Museo Güemes, en la capital salteña.
El doctor Julio Argentino Linares Ovejero (salteño), que se desempeñó como médico en el hospital San Roque de Jujuy, relata que su abuela “Doña Efigenia Serapia Blas Eguren (jujeña) cuenta que María Magdalena de Goyechea y la Corte, embarazada y en retorno desde San Salvador de Jujuy a la ciudad de Salta, acompañada de una matrona y luego de visitar a su padre (Martín Miguel de Goyechea - Teniente gobernador de Jujuy), quien falleció pocos meses después, inicia el trabajo de parto, lo que obliga a detener la marcha. Ante la emergencia, da a luz en una vivienda próxima a El Carmen y a San Antonio”. Esta finca conocida sería “La Quinteja”, que era propiedad de la familia Villafañe Ovejero.
Al día siguiente continúan el viaje por el antiguo e histórico camino de la Quebrada de Los Sauces, La Angostura, La Caldera y finalmente Salta, un recorrido de solo 45 kilómetros ya que en esa época no existía el dique Campo Alegre. Debido a la tristeza por el estado de salud de su padre, María Magdalena le solicita a su esposo que lleve su nombre y lo bautizan como Martín Miguel.
Martín Güemes (h) en un artículo publicado en la revista digital El Ojo de la Tormenta destaca que es muy posible que Martín Miguel de Güemes haya nacido en la sala “El sauce”, antigua Hacienda del Paraíso, finca de propiedad del padre de doña Magdalena de Goyechea, situada a 40 kilómetros de la ciudad de Salta (El Bordo), descartando la posibilidad de que haya sido en Jujuy, situando a esta ciudad a 120 kilómetros. Eso es en la actualidad por ruta asfaltada. El camino de la época era el Camino Real, y La Quinteja se halla a 45 kilómetros de la capital de Salta.
Señala más adelante que “no debemos olvidar que los partos se realizaban en las salas de las haciendas o en casas de familia”. Algunos querrán argüir que después del parto Doña Magdalena no realizaría un viaje de 50 kilómetros. Nosotros afirmamos que era posible por el temple de esta dama”.
Sobre la situación vivida, hace esta interesante referencia: “Sobre el parto, y la imposibilidad de viajar inmediatamente, es relativo este argumento, muchas mujeres, aún hoy, inmediatamente se sienten llamadas a seguir su vida normal. ¿Por qué no, también doña Magdalena? Madre de nueve hijos.”
Los tres fundamentos son valederos para situar el lugar de nacimiento del héroe gaucho. Creo necesario cerrar este artículo con las palabras del coronel Emilio Bidondo: “No se puede tener dudas, aquí y ahora, que estos y otros próceres que consolidaron la libertad e independencia para estos pueblos de América española, ya han trascendido las frontera geográficas de su pequeñísima ‘patria chica’, y sus nombres han sido inscriptos con letras de bronce en la historia de esta América independiente y soberana, como ellos lo soñaron.”
(*) Periodista y escritor jujeño. jorgecalvetti@hotmail.com