Este lunes por la noche San Salvador de Jujuy volvió a conmoverse con la emocionante y multitudinaria recreación de la dolorosa partida del pueblo para cumplir la estratégica orden del general Manuel Belgrano de dejar “tierra arrasada”, la epopeya de agosto de 1812 que pasó a la historia como el Éxodo Jujeño. En ese marco, los improvisados protagonistas del relato coral también reivindicaron, como cada año, la “lealtad a la patria” desde el terruño norteño.
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Ante la mirada atenta de miles de personas, funcionarios locales y delegaciones oficiales de provincias vecinas, centenares de gauchos y paisanas, muchos montados a caballo, otros en carretas de época pero la gran mayoría avanzando a pie, como fue entonces, dieron vida en el Parque Lineal del río Xibi Xibi a la tradicional “marcha evocativa”, que en los dos últimos años estuvo cancelada por causa la pandemia de coronavirus.
Antes de emprender la partida, la población escucharía de boca del propio general Belgrano los duros términos de su bando; luego los soldados comenzaron a prender fuego a las casas y los sembradíos, mientras la caravana iniciaba un derrotero que demandaría varios meses hasta poder regresar.
IMPORTANTES PRESENCIAS EN JUJUY
El gobernador Gerardo Morales y sus pares Gustavo Valdés, de Corrientes; Oscar Alberto Herrera Ahuad, de Misiones; Gustavo Sáenz, de Salta; y Raúl Jalil, de Catamarca, presenciaron la marcha evocativa desde un palco junto al intendente capitalino Raúl Jorge, su colega de la ciudad de Salta, Bettina Romero; y el vicegobernador de Tucumán, Sergio Mansilla.
Como en aquel agosto de 1812, ya en la noche jujeña cientos de hombres, mujeres, ancianos y niños, con sus animales y sus pocas pertenencias marcharon lentamente, mostrando su pesar, siguiendo la estrategia militar liderada por el general Manuel Belgrano, ante la llegada del ejército realista.
Hace 210 años, solo las paredes de adobe de las casas quedaron; el fuego consumió todo lo demás. La finalidad del Éxodo Jujeño fue dejar desabastecida la ciudad para el español, sacrificio que rindió sus frutos y que tiempo después sería reconocido por Belgrano haciendo depositario al pueblo de Jujuy de su Bandera de la Libertad Civil.
La escena, que se extendió a lo largo de los más de quinientos metros del parque lineal recreó de manera impactante cómo en aquel entonces las personas llevaban grandes bultos, víveres, alimentos y elementos esenciales que se podía cargar durante la larga caminata.
El fuego de las casas se reflejaba en los ojos de los espectadores, que se convocaron a lo largo de las márgenes del Xibi Xibi, escenario natural donde, una vez, más se congregaron “para mantener vigente” la memoria y significado del Éxodo Jujeño, dijeron algunos de los presentes.
A la emotiva avanzada se sumaron personajes que hacían de pobladores puneños y quebradeños con sus cajas y erkenchos, además de bandas de música militares y policiales de diferentes provincias, en homenaje al pueblo jujeño en la causa libertadora, no solo del país sino del continente americano.
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En ese marco, se rememoró la lectura del bando histórico de Manuel Belgrano, el cual establecía que “serán tenidos por traidores a la patria todos los que, a mi primera orden, no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, de la clase y condición que fuesen”.
La gesta popular jujeña permitió posteriormente los triunfos del Ejército del Norte en las batallas de Tucumán y Salta, según sostienen investigadores e historiadores. El pueblo jujeño volvería su ciudad recién en febrero de 1813 y las luchas por la independencia seguirían teniendo a Jujuy por escenario durante varios años más.
Con información de Télam