El mes de agosto está consagrado en Jujuy a rendir tributo a la Pachamama, la Madre Tierra en la cosmovisión andina. Se trata de una tradición milenaria que no sólo ha sobrevivido hasta la actualidad sino que adaptándose a los tiempos modernos se amplifica involucrando a personas de todas las edades desde los rincones más alejados de la provincia hasta los espacios más populares de la ciudades, como se ve en los rituales reservados al ámbito familiar como también en las ceremonias abiertas al público, por caso las ofrendas organizadas por las Municipalidades de La Quiaca y de San Pedro de Jujuy.
En efecto, la plaza Centenario de la ciudad de La Quiaca -a 283 km de San Salvador de Jujuy, en el límite con Bolivia- fue el sitio elegido por las autoridades locales para realizar la ceremonia de agradecimiento y tributo a la Madre Tierra. Allí se congregaron vecinos y turistas que aprovecharon su visita a la localidad fronteriza para “ser parte de esta costumbre ancestral, con respeto y gran interés en conocer más acerca de la cultura andina”, destacaron voceros del municipio.
“Llegó agosto, que es el mes para venerar y agradecer a nuestra Madre Tierra, la que nos da todo”, dijo en la ocasión el intendente Dante Velázquez, y tras postular que este es un tiempo “para estar en paz, en armonía, para respetarnos y aprender a querernos un poco más”, reflexionó: “La Madre Tierra sabe devolvernos, por eso debemos pedirle sabiduría, más fuerzas para seguir, más fe, más esperanza, que nos pueda dar la prosperidad que se logra con más trabajo y unidad”.
Del carácter público de la ceremonia, Velázquez dijo que “este tipo de acciones tienen como objetivo la recuperación de nuestra identidad, creencias, de todo lo que significan nuestros olores, sabores, la tradición misma, esa costumbre bien arraigada que nuestros abuelos nos han enseñado, así como sus abuelos a ellos. Y nosotros tenemos la responsabilidad de seguir traspasando todo eso a las futuras generaciones”, alentó.
En estas ceremonias, a la Pachamama “le agradecemos por todo y le pedimos que nos siga dando más oportunidades, y le decimos que la vamos a cuidar, a respetar”, resumió finalmente el Intendente de la ciudad fronteriza.
LA PACHAMAMA “NOS BRINDA ENERGÍA”
Similar encuentro con los vecinos del barrio “1° de Agosto” de San Pedro de Jujuy -63 km al sureste de la capital provincial- tuvo el intendente municipal Julio Bravo. “Como cada inicio de este mes tan especial, honramos nuestra Madre Tierra por todas las bondades que nos ofrece”, dijo el funcionario mientras seguía de cerca el ritual ante la “boca” abierta en suelo.
“Con los vecinos sahumamos el lugar con resinas e incienso, luego colocamos ofrendas como comidas, bebidas, hojas de coca, dulces y cigarrillos para agradecer las bondades de la Madre Tierra, que durante todo el año nos brinda energía”, describió Bravo, al tiempo de ratificar el propósito de “continuar abrazando este compromiso que tenemos de cuidar nuestra Madre Tierra para tener más trabajo, producción, salud para todos los vecinos de este barrio y los sampedreños en general”, anheló.
Aprovechó también para confirmar a los vecinos que esta semana “comienzan los trabajos de construcción de cordón cuneta; hay un proyecto de poder hacerlo en todos los sectores que está faltando y vamos a ir mejorando todo el sector de la calle”, prometió el Intendente, lo mismo con respecto a “la canchita de fútbol donde juegan los chicos y las chicas. Ahí se va a realizar trabajos, porque vamos a continuar apoyando al ‘profe’ Marcelo Ancich, que está haciendo un gran trabajo desinteresadamente”, valoró Bravo.