"Si no se incorpora la perspectiva de género en nuestras sentencias, seguiremos fracasando en la lucha por la igualdad real de las mujeres".
Este drástico planteo fue formulado por la jueza Beatriz Altamirano ante el auditorio que siguió su exposición en la Universidad de Concepción, en Chile, donde invitada por esa casa de altos estudios participó del Seminario Académico de Presentación de Resultados del Proyecto "Protocolo de actuación para la atención en justicia con enfoque de género y diversidad", formulado en el marco del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) del Ministerio de Educación chileno.
En su disertación, la magistrada -miembro del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy- se refirió a la forma en que el Poder Judicial de Argentina comenzó a instalar la perspectiva de género en el año 2009 mediante la creación de la Oficina de la Mujer en el ámbito de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), la cual -apuntó- junto a la Oficina de Violencia Doméstica son las únicas en el mundo que diseñan políticas de género en el ámbito del Poder Judicial.
Explicó que fue en abril de aquel año que se sancionó la ley 26.485 "De protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales", cuyo artículo 37 facultó a la CSJN a elaborar registros sociodemográficos sobre denuncias efectuadas sobre hechos de violencia, a los efectos de conocer las características de quienes ejercen o padecen violencia y sus modalidades.
En ese marco es que las ministras de la Corte Carmen Argibay y Elena Highton de Nolasco proyectaron la creación de la Oficina de la Mujer "con el propósito -puntualizó Altamirano- de incorporar la perspectiva de género en la planificación institucional para sensibilizar sobre esta temática y sobre violencia de género a través de distintas herramientas como los talleres de sensibilización, el Registro de Femicidios, el Mapa de Género, la Base de Jurisprudencia con Perspectiva de Género y las videoconferencias".
A la mención de estos instrumentos, la conferencista explicó al auditorio "cómo se utiliza estas herramientas en las Oficinas de la Mujer que funcionan en toda la Argentina", subrayó.
También hizo referencia y analizó importantes fallos con perspectiva de género "dictados por jueces y juezas argentinos, que fueron incorporados a la Base de Jurisprudencia con perspectiva de género, algunos de ellos -acotó- muy comentados por los medios de comunicación y que hoy sientan jurisprudencia a nivel internacional".
A la vez, un segmento de su exposición estuvo enfocado en la sanción y el contenido de la "Ley Micaela", normativa que obliga a la formación con perspectiva de género de las personas que se desempeñan en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Con todo lo dicho, Altamirano buscó cerrar su presentación con una reflexión, la que quedó resonando en los oídos de los presentes dado lo contundente del mensaje: "Si no se incorpora la perspectiva de género en nuestras sentencias, seguiremos fracasando en la lucha por la igualdad real de las mujeres -sostuvo la jueza jujeña-, ya que no basta contar con legislaciones supranacionales, nacionales y provinciales de vanguardia si a la hora de aplicarla se ignora la perspectiva de género y se tramita el proceso con la misma normativa que cualquier proceso y se lo juzga olvidando la cuestión del género y su problemática, que es en definitiva lo que da origen al conflicto", concluyó.