El Gobierno boliviano declaró ilegal una huelga por tiempo indefinido de médicos, excepto los servicios de emergencia, que comenzó de manera parcial el lunes en los hospitales públicos del vecino país.
"Como Gobierno nacional consideramos que es un paro ilegal", declaró la ministra de Salud, Gabriela Montaño, tras fracasar en su llamado para que los dirigentes de los médicos reanudasen un diálogo interrumpido sin acuerdos la semana pasada.
Los médicos de los hospitales públicos bolivianos piden su incorporación a la Ley del Trabajo -para acogerse a beneficios laborales-, mejoras en un reciente sistema universal de salud y participación del gremio en la designación de nuevos cargos en el sector.
"Este paro, según el análisis de todos los departamentos, está siendo acatado entre el 25 y el 30 por ciento", sostuvo Montaño.
Mientras, la vicepresidenta del Colegio Médico de Bolivia, Zoraida Navarro, sostuvo que el paro "no es solamente de los médicos, sino de todo el sector de la salud".
Los médicos pararon en julio porque las condiciones precarias en los hospitales públicos se agravaron tras la promulgación en febrero de la ley del Sistema Único de Salud (SUS), que implementa un plan universal y gratuito de asistencia y pretende cubrir a la mayoría de los 11 millones de habitantes que tiene Bolivia.
Los médicos se oponen a la medida hasta tanto no mejoren las condiciones. Para esto piden que la partida para salud del Presupuesto General del Estado (PGE) se ajuste del 6,5% actual al 10%.
Por desacuerdos con el Gobierno, que pretendía aprobar una ley penal contra la mala praxis, los médicos llevaron adelante en 2018 una huelga de 47 días. (AFP)