El Ejército israelí amplió este lunes su ofensiva contra Hamás en la asediada Franja de Gaza, mientras crece la preocupación internacional por el creciente número de muertes de civiles palestinos en el conflicto, desatado por los ataques del movimiento islamista en Israel desde el 7 de octubre.
Ya con el vencimiento de la tregua de una semana, el viernes pasado, los combates entre Hamás y soldados israelíes se reanudaron con fuerza, así como el lanzamiento de cohetes hacia Israel y los bombardeos aéreos contra el territorio palestino.
El Ejército israelí reportó este domingo una andanada de cohetes lanzados desde Gaza a Israel, y que en su mayoría fueron interceptados. El Gobierno de Hamás en Gaza y la agencia de noticias palestina Wafa indicaron que la entrada al Hospital Kamal Adwan en la localidad de Jabaliya, en el norte del territorio, fue alcanzada por un ataque.
Varias personas murieron en el sitio, según Wafa, mientras Hamás acusó a Israel de una “grave violación” del derecho humanitario. El Ejército israelí no hizo comentarios del supuesto ataque.
Israel asegura que Hamás utiliza los hospitales y otras infraestructuras civiles con fines militares, algo que el grupo islamista niega. ”Las fuerzas israelíes continúan expandiendo su operación terrestre contra los principales frentes de Hamás en la Franja de Gaza”, declaró el portavoz militar israelí Daniel Hagari.
”Donde haya un bastión de Hamás, allí operan las tropas”, agregó Hagari anoche. Israel ha prometido aplastar a Hamás como represalia por sus ataques del 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, incluyendo una veintena de argentinos.
El Ministerio de Salud de Gaza dice que más de 15.500 personas han muerto en el territorio desde esa fecha, y que más de la mitad son mujeres y niños. Bajo una tregua mediada por Qatar, con apoyo de Egipto y Estados Unidos, 80 rehenes israelíes fueron liberados a cambio de la salida de 240 presos palestinos.
Más de una veintena adicional de rehenes también fue liberada de Gaza, en su mayoría tailandeses radicados en Israel, por afuera del acuerdo de tregua. Los combates se reanudaron el viernes pasado entre las dos partes al vencerse el alto el fuego sin un acuerdo para extenderlo, pese a la presión internacional.
El creciente saldo de muertos en Gaza aumentó la consternación internacional sobre la conducta de Israel en la ofensiva para desmantelar a Hamás. Los hospitales del sur de Gaza estaban desbordados de muertos y heridos, algunos gritando de dolor. ”Me estoy quedando sin formas de describir los horrores que viven los niños aquí”, expresó James Elder, portavoz de la agencia de la ONU para la niñez (Unicef) en un video grabado en el hospital Nasser en la sureña Khan Yunis.
”Este es el peor bombardeo en la guerra ahora en el sur de Gaza. Estoy viendo bajas masivas de niños”, agregó en el video subido en X.
Eylon Levy, portavoz del Gobierno israelí, culpó a Hamás de las muertes, al señalar que las víctimas “estarían vivas” si el grupo islamista no hubiera realizado los ataques del 7 de octubre.
Entre temores a una conflagración regional, un destructor estadounidense derribó varios drones sobre el mar Rojo mientras asistía a buques comerciales que habían sido blanco de ataques desde Yemen, informó el Comando Central de Estados Unidos.
Rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, dijeron que atacaron a dos de los barcos. También lanzaron una serie de drones y misiles contra Israel las últimas semanas.
En Irak, un ataque aéreo mató ayer al menos cinco combatientes proiraníes, según fuentes de seguridad iraquíes, un día después de que Bagdad advirtiera a Washington sobre “ataques” en su territorio. También hubo enfrentamientos en la frontera norte de Israel con Líbano. El Ejército israelí dijo que había lanzado ataques de artillería en respuesta a disparos transfronterizos y que sus aviones de combate alcanzaron varios blancos ligados al movimiento libanés islamista Hezbollah.