Finalmente, este domingo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, anunció que pedirá la intervención del Distrito Federal de Brasilia buscando detener a los seguidores de Jair Bolsonaro que interrumpieron en el Congreso, en el Palacio presidencial como en el edificio de la Corte Suprema.
Se trata de una intervención de las fuerzas federales que durará hasta el 31 de enero y es para que detengan a los principales referentes que vienen alimentando estas manifestaciones, como aquellos que realizan disturbios en los edificios públicos.
Según detalla O globo, el mandatario mantuvo una reunión de urgencia por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro, Justicia, Flavio Dino, y Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, donde terminó de definir qué hacer.
En su discurso, el mandatario repudió a los “vándalos nazis” que desataron la “barbarie en Brasilia y prometió que los responsables serán identificados y detenidos. Lula anunció también que dispuso la intervención del distrito Federal de Brasilia, cuya Policía Militar era responsable de la seguridad de los edificios invadidos por los bolsonaristas.
El veterano izquierdista, que derrotó a Bolsonaro en octubre en un dividido balotaje y asumió el cargo apenas hace una semana, firmó un decreto declarando una intervención federal en Brasilia, invocando poderes especiales para restaurar la ley y el orden en la capital: “Descubriremos quiénes son estos vándalos y serán castigados con toda la fuerza de la ley”, dijo Lula desde la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo (sureste del país).
Ya desde este lunes el mandatario brasileño retomó sus actividades desde el Palacio del Planalto donde continuará con su agenda, que tendrá especial foco en encontrar a quiénes fueron los promotores de la vandalización que se observó en la tarde de este domingo.
“Justo esta noche estuve en el Palacio del Planalto y en el STF. Los golpistas que promovieron la destrucción de bienes públicos en Brasilia están siendo identificados y serán sancionados. Mañana retomamos labores en el Palacio del Planalto. Democracia siempre. Buenas noches”, tuiteó el mandatario brasileño a última hora.
Cómo será la intervención en el distrito de Brasilia
El ejército brasileño tiene 2.500 soldados preparados para actuar en Brasilia tras el llamado de Lula en el decreto para restaurar el orden y detener a los principales agresores que se han metido en los edificios públicos e iniciaron una serie de destrozos en los principales actores de la política brasileña.
Con la intervención, los órganos de Policía de la capital pasan a estar controlados por el interventor, que a su vez solo responde ante Lula. Lula nombró como interventor a Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al presidente.
El interventor tendrá poderes para requerir fondos y bienes a disposición del Gobierno regional del Distrito Federal de Brasilia para desempeñar sus funciones, según un decreto leído por Lula.