El conflicto entre Rusia y Ucrania cuenta con un nuevo capítulo en esta guerra que se inició en febrero de este año y lleva números escalofriantes. Ahora, desde el Kremlin intentan dar con un golpe “democrático” para intentar desligar a dos ciudades importantes del Donbás de la zona ucraniana.
Se trata de un llamado a un referéndum para que los ciudadanos de las ciudades de Donetsk y Lugansk, reconocidas por el Kremlin en febrero pasado, elijan si quieren anexarse con Rusia.
“¿Está usted a favor del ingreso de la república popular de Lugansk en Rusia en calidad de sujeto de la Federación Rusa?”, es la pregunta que tendrán que responder los participantes en la consulta, según informó el centro de información de la república separatista de Lugansk.
En una carta dirigida al presidente ruso, Vladímir Putin, el líder de los separatistas de Donetsk, Denís Pushilin, le pide que “estudie lo antes posible, en caso de que la decisión del referéndum sea positiva, de lo que no tenemos dudas, el asunto del ingreso de la República Popular de Donetsk en la Federación Rusa”.
Los órganos consultivos de Donetsk y Lugansk se dirigieron este lunes a sus líderes para que convocaran “con urgencia” dichos plebiscitos con el fin de garantizar la seguridad de sus territorios.
La retirada rusa de la región de Járkov el pasado 8 de septiembre ha estado acompañada del avance en el Donbás de las tropas ucranianas, que han cruzado el estratégico río Oskil. De acuerdo con la inteligencia británica, cualquier pérdida sustancial de territorio en la región de Lugansk, cuyo control Rusia clamó a principios de julio, socavaría la estrategia del Kremlin en Ucrania.
Con todo, el presidente ruso, Vladímir Putin, descartó el pasado viernes un cambio de estrategia en el este de Ucrania después de que el Kremlin también rechazara una posible movilización general tras las críticas de algunos políticos y líderes regionales sobre la acuciante falta de soldados en el frente.
Con información de EFE.