En la localidad de Colonia Aborigen, en Chaco, 360 familias -más de 1.600 chicas y chicos- han tenido problemas de salud relacionados a la falta de agua potable. UNICEF Argentina logró instalar 10 tanques con capacidad para almacenar 11 mil litros de agua cada uno, en un trabajo conjunto con las autoridades locales para cambiar esta situación.
Los habitantes del lugar ahora poseen una cisterna azul que ahora reemplazará interminables caminatas. Además de estos tanques, también se entregaron 400 cisternas familiares de 600 litros cada una. Esto es clave para una comunidad con un acceso tan precario al agua, que muchas veces no era segura y representaba un riesgo constante para la salud.

Qué problemas trae en niños y niñas la falta de agua potable
La situación era incluso peor para las chicas y los chicos: a causa del agua que se recolectaba de la lluvia o de perforaciones cercanas, con frecuencia contraían enfermedades como diarreas y gastroenteritis, con el riesgo de perder nutrientes esenciales y deshidratarse rápidamente.
Walter Olivera nació y vive en la comunidad. Es promotor comunitario del programa Ñacheq, que significa “gracias” en lenguaje qom, una de las etnias indígenas que habitan el lugar junto con los moqoit. Su preparación y su bilingüismo lo ayudan a articular entre las necesidades de la población y las instituciones. “Acá hay muchas necesidades, de salud, de agua, de educación. Las chicas y chicos hacen un gran sacrificio para ir al colegio, que queda a unos ocho kilómetros. Tardan más de dos horas en llegar”, comenta.

Walter es testigo de cómo el esfuerzo de las comunidades chocaba con una infraestructura precaria que afectaba su salud. “Había dos maneras de conseguir agua. Una era la recolección de las lluvias, pero los techos no tienen la limpieza necesaria, entonces el agua al pasar por el techo se contaminaba. Otra era una perforación que queda a cinco o seis kilómetros, que tampoco sabemos si es segura para beber. Los chicos sufrían de diarreas, sarpullidos, vómitos, llegaban a deshidratarse y el hospital no queda muy cerca”, sintetiza.
Hoy, el paisaje de la población muestra aquí y allá los nuevos tanques azules, el comienzo de un mejor presente y futuro para las niñas y niños. “Parece que es solo una palabra: agua. Pero sin agua no podés sembrar, no se pueden cultivar las semillas, que es algo de lo que viven las familias. Sin el agua no hay salud, no somos nada”, resume Walter.
Cómo ayudar mediante UNICEF Argentina
Los detalles de este proyecto que llevó alivio y salud a esta comunidad podrán conocerse en la próxima emisión de Un Sol para los Chicos, el programa solidario de UNICEF, que se emitirá el sábado 9 de agosto por la pantalla de eltrece.
Para poder continuar apoyando proyectos como éste, el compromiso solidario es clave. Todas las personas que quieran ayudar pueden sumarse a la campaña, llamando al 0810-333-4455 o ingresando en unicef.org.ar/unsol. Quienes comiencen a donar o refuercen su donación mensual, participarán por el sorteo: Renová tu casa con Naldo (ver bases y condiciones en unsolparaloschicos.com.ar). Con tu colaboración, cuidemos juntos lo que más importa.