Quienes pasaron por la noche saben que conseguir drogas es una de las cosas más sencillas, ya sea porque te invitan (siempre la primera vez es gratis) o porque los contactos son cercanos. Esto ha aumentado fuertemente en los últimos años, con un auge de diferentes fiestas como pueden ser de música electrónica hasta de “cachengue”.
Marihuana, éxtasis, LCD o cocaína son algunas de las drogas a las que uno puede acceder tan fácil como meterse en un grupo de Telegram. No hay mucho misterio.
La noticia de la muerte de un joven en Mandarine Park volvió a poner el foco en lo que sucede en la noche con las drogas sintéticas. El consumo de las pastillas está aumentando y cada vez son más los jóvenes que se acercan a este mundo del que después es difícil salir, como lo han dicho varios referentes del mundo del espectáculo como del deporte que estuvieron en clínicas de rehabilitación.
Las cifras acompañan esto que se observa en ”la jodita”: desde 2011 a 2017 el consumo de éxtasis aumentó un 230% entre la población de 15 a 64 años. Provocó especial impacto entre adolescentes, a punto tal que se registró una caída en la edad promedio de inicio de este consumo problemático: pasó de los 16 a los 14 años. Informes de la Secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) alertan que, entre los jóvenes, está extendida la creencia de que su uso no implica consecuencias para la salud.
En ese sentido, el consumo drogas sintéticas trae también una realidad que pocos saben: los jóvenes se informan a través de páginas de Instagram qué contiene cada pastilla que andan circulando en la venta. Allí se puede conocer los efectos que te produce y qué grado de carga de MDMA tienen las pastillas que se consumen.
Sin embargo, como recuerda el caso de la cocaína envenenada que mató a decenas de personas en el Conurbano, este tipo de drogas suelen cortarse con otras sustancias. Por ende, quien toma una pastilla no sabe qué está consumiendo y sus posibles efectos se desconocen.
Es decir, no solo que el consumo de drogas aumenta, sino que son cada vez peores. “Muchas veces el aumento en la adulteración de las sustancias tiene que ver con la búsqueda de maximizar las ganancias, pero hoy existen muy pocas herramientas para estudiar el problema con más detalle”, señaló Patricio Liddle, Secretario de Juventud y Medios digitales de la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA) y economista por la UNQ.
La organización mencionada busca que se remplace la ley 23.737 y en las últimas horas sacó un comunicado refiriéndose a la muerte en Buenos Aires. “Es una muestra más de que los daños evitables que se producen debido a la falta de información y a la imposibilidad de conocer la composición de las sustancias consumidas”.
Lo cierto es que las drogas son una realidad, por más intención de esconderlo o cubrirlo. Por más de que los políticos quieran quedar ajenos a esta situación, el consumo de sustancias sin conocer qué tiene está más cerca de dejar otra tragedia como la Time Warp a evitar esta situación.
Qué efectos producen el éxtasis si se consume
Cabe remarcar que las consultas en internet van aumentando respecto a lo que puede ocurrir en el cuerpo cuando se consume éxtasis o cocaína. En ese sentido, estas son las drogas más comunes que se pueden encontrar en fiestas electrónicas aunque también aparece el “tussi”, una combinación de ambas.
El éxtasis produce dopamina que aumenta la euforia y genera mayor energía y actividad en el cerebro. Por eso, es común que cuando se consume esto se habla de que “volás”, con una sensación de actividad que te impulsa a bailar en “la jodita”.
También aumenta la producción de la serotonina que afecta al estado de ánimo, dando más seguridad para hablar con desconocidos o también para ponerse nostálgico. La liberación de grandes cantidades de serotonina es probablemente lo que genera la cercanía emocional, el estado de ánimo elevado y la empatía que sienten las personas que consumen MDMA.
Sin embargo, también en sus efectos tiene náuseas, escalofríos y bruxismo, aunque también se puede encontrar deshidratación, hipertensión y fallo cardiaco, así como ansiedad, agitación y comportamientos violentos o de riesgo en algunos casos que pueden producir la muerte.
Los efectos de la MDMA duran aproximadamente entre 3 y 6 horas, aunque muchos de quienes consumen la droga toman una segunda dosis cuando los efectos de la primera comienzan a desaparecer. Entre las consecuencias que puede traer el consumo de éxtasis está la fatiga, la pérdida del apetito o una depresión.