Los acontecimientos políticos de esta semana en nuestro país son seguidos de cerca en el mundo. Tal es así que la atención ya no solo se centra en la definición presidencial sino también en las “noticias satélites” alrededor de esta. Por caso, la férrea crítica de las “swifties” y del fandom de BTS sobre La Libertad Avanza fue contada al detalle este jueves por The Guardian, el histórico medio estadounidense.
“Semanas antes de la segunda vuelta electoral en Argentina, el populista de extrema derecha Javier Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villaruel, se encontraron bajo presión de un sector inesperado: una alianza de seguidores de Taylor Swift y fanáticos del K-pop”, relata el diario.
El medio describe a Milei, en pocas palabras como “un libertario radical que propuso dolarizar la economía argentina e incluso legalizar el comercio de órganos”. A la vez que cuentan que fue derrotado por el “centrista ministro de Finanzas, Sergio Massa”.
“Pero el jueves se abrió un nuevo frente en el campo de batalla electoral, cuando un grupo de fanáticos argentinos de Taylor Swift describieron a Milei y su partido como representantes de ‘la derecha antidemocrática’, asegurando que ‘Milei es Trump’”, detalla el artículo.
También cuentan el episodio que encabezó la candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, fuertemente criticada por fanáticos de BTS. The Guardian relata que el hecho se dio por “una serie de tweets de 2020 recientemente redescubiertos, incluido uno en el que sugería que el nombre de la banda sonaba como una enfermedad de transmisión sexual”.
El diario destaca que “la banda surcoreana de siete miembros es un fenómeno musical mundial y uno de los pocos grupos desde The Beatles en colocar cuatro álbumes número uno en los Estados Unidos en menos de dos años”.
Los fanáticos de dicho grupo repudiaron los dichos de Villarruel indicando que eran “declaraciones de odio y xenofobia hacia la imagen de BTS”. En tanto, dice el medio “la única reacción de Villarruel el miércoles fue un post lamentando la ‘avalancha de notificaciones por conversaciones divertidas propias del Twitter de hace mil años’”.