Cuándo hablamos de inflación y la suba del precio de los alimentos, precarización en el trabajo, sueldos que no llegan a fin de mes y desocupación debemos hacer una mención obligatoria a las mujeres y la diversidades.
La opresión de género es parte de la desigualdad económica. El 8 de marzo del 2022 el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó un dossier estadistico donde analiza estas distintas variables desde la mirada de las mujeres.
Al analizar el nivel de participación laboral revelaron que si bien se registran diferencias según la edad de las personas, en todas las etapas de la vida los varones presentan una tasa de empleo mayor que la de las mujeres.
En los grupos entre 14 a 29 años, la tasa de empleo es de un 44% para los hombres y un 31,6% para las mujeres. En la franja de 30 a 64 años, la desigualdad se mantiene con un 63,1% contra un 86,7%. Y por último, de 65 años para arriba la brecha es del 8,8% al 21,1%.
Desde el INDEC aclaran que además de presentar una menor participación en el mercado de trabajo, las mujeres son más propensas a atravesar situaciones de desocupación y subocupación. La tasa de desocupación de las mujeres es un 30% superior a la de los varones.
Otra diferencia es que entre las que si trabajan, el promedio de tiempo en que lo hacen es menor que el de los varones, independientemente del nivel educativo alcanzado y de sus ingresos. Esta cifra no implica que “no quieran trabajar más”, sino que puede deberse a factores muy distintos como la propuesta que se hace desde las empresas e incluso la participación en otros trabajos.
A la hora de analizar el trabajo doméstico, desde el INDEC observaron que las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de esos cuidados no remunerados y afirman que este es el principal obstáculo a su participación laboral plena.
En la distribución porcentual de la población de 14 años y más que realiza las tareas de trabajo doméstico en el hogar por sexo encontraron un 81,6% de mujeres y un 45,5% de varones.
Empleo informal: las mujeres tienen menos derechos en el trabajo
El total de la tasa de informalidad en el empleo que relevó el INDEC es del 36,3% de los ocupados en el país. Dentro de esa franja, un 38,4% son mujeres y un 34,6% son hombres.
Aún con similares niveles de informalidad laboral, el ingreso medio esas mujeres representa el 65% del ingreso total que reciben los varones.
Entre las personas ocupadas (informales y registradas), por cada 100 pesos que gana en promedio un varón, una mujer gana 74. Además, la brecha de ingresos aumenta a menor nivel educativo y a menor calificación de la ocupación.
Jubilaciones
Desde el INDEC afirmaron que las brechas en el mercado laboral inciden en la etapa de retiro.
Si bien la proporción de varones y mujeres que percibe ingresos de una jubilación o pensión es similar, las mujeres tienen menos años de aportes y perciben haberes jubilatorios inferiores a los de sus pares varones.
La población que aporta al sistema previsional presenta diferencias por género. Al alcanzar la edad de retiro (59 años para las mujeres y 64 años para los varones), del universo de personas aportantes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), algo más de 5 de cada 10 varones tienen menos de 18 años, mientras que esta proporción se eleva a más de 7 de cada 10 entre las mujeres.
Inflación
Según un documento publicado por la Unicef y la Dirección de Economía y Género del Ministerio de Economía en el 2019, en pandemia empeoró la situación de los hogares monoparentales conducidos por mujeres. En 6 de cada 10 de ellos, son pobres.
A las mujeres con hijos, hijas y adolescentes que dependen únicamente de sus ingresos (y no del de una pareja que también aporta) les cuesta el doble sostener los hogares.
El aumento de los precios de los alimentos, los productos de limpieza y la ropa impacta de manera diferencial sobre estas mujeres “jefas de hogar”.