Los dispositivos tecnológicos conectados en los hogares aumentaron de un año a otro, pero las compañías no dan respuestas efectivas cuando se vulneran datos sensibles de sus clientes. Esa incapacidad no solo agrava el impacto individual, sino que debilita la confianza de la sociedad en los sistemas digitales y frena el avance de la transformación tecnológica.
La digitalización avanza a un ritmo imparable, pero la protección de los datos personales sigue siendo una deuda pendiente. Según datos del último informe sobre percepción de seguridad digital, elaborado por CertiSur junto a D’Alessio, apenas el 11% de las personas que atravesaron un problema relacionado con el uso indebido de su información personal logró obtener una solución efectiva.
Por eso, las empresas se ven en la obligación de tomar un camino inevitable: invertir en automatización, visibilidad y control proactivo de sus activos digitales para anticipar riesgos antes de que se conviertan en incidentes.
Sistema digital que crece, ciberdelitos que aumentan
Un dato clave para entender el contexto actual es que el promedio de dispositivos conectados por hogar pasó de 4 a 5. De este modo, teléfonos móviles, computadoras, televisores inteligentes, parlantes, cámaras de seguridad y hasta electrodomésticos se suman al ecosistema digital cotidiano.
A la par, el uso de servicios digitales se intensificó, con una alta proporción de gestiones que hoy se realizan exclusivamente online: compras, operaciones bancarias, trámites gubernamentales, consultas médicas y acceso a servicios de streaming, entre otros, ampliando la superficie de ataque para los ciberdelincuentes.
“Entre los principales problemas que reportan los usuarios se destacan la filtración de datos personales en bases públicas o privadas como el robo de identidad con uso indebido de datos en cuentas o servicios, las estafas digitales a través de suplantación de perfiles o sitios web falsos y los cargos no reconocidos en tarjetas o billeteras virtuales. Esto sucede, en muchos casos, porque las compañías no gestionan correctamente la vigencia y renovación de sus certificados digitales. La expiración de estos certificados abre puertas a vulnerabilidades que pueden ser explotadas de manera masiva. Entre las soluciones, una herramienta como Discovery & Automation contribuye directamente para lograr que los datos estén protegidos”, destacó Néstor Markowicz, COO de CertiSur, empresa de soluciones de seguridad electrónica y digital.
Sin embargo, la gran mayoría de los afectados se encuentran con obstáculos al intentar reclamar, reparar o revertir el daño. Muchas veces no saben a quién acudir, los procesos son complejos o las empresas no brindan respuestas efectivas.
La incapacidad de dar respuestas efectivas no solo agrava el impacto individual, sino que debilita la confianza de la sociedad en los sistemas digitales y frena el avance de la transformación tecnológica.
Por eso, las compañías tienen que “fortalecer los marcos regulatorios de protección de datos, tener mayor responsabilidad en ciberseguridad, promover la educación digital en la población e invertir en tecnología que permita detectar y responder a incidentes de forma rápida y efectiva. La única forma de adaptarse es mediante la automatización del ciclo de vida de los certificados: emisión, renovación, implementación y monitoreo. Las empresas deben revisar sus políticas internas, auditar su parque de certificados y adoptar herramientas que permitan automatizar estas tareas de forma segura y confiable”, concluyeron desde CertiSur.