Hacer deporte en general ofrece múltiples beneficios para la salud, y entre las actividades más recomendadas por los médicos se encuentra la caminata. Este ejercicio sencillo y accesible no solo mejora la condición física, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar general. Un reciente estudio de la Universidad de Harvard analizó los genes relacionados con la obesidad y definió cuánto hay que caminar por día.
De qué trata el estudio
El Dr. Thomas Frieden, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, destaca la importancia de la caminata, resaltando que es “lo más cercano que tenemos a un medicamento milagroso”. Una de las ventajas más importantes es que esta actividad contrarresta los efectos de los genes que favorecen el aumento de peso.
Para esto, los investigadores de Harvard analizaron 32 genes que favorecen la obesidad en más de 12.000 individuos. El objetivo era evaluar el impacto que tenían sobre el peso corporal. Los resultados mostraron que entre los participantes que caminaban a paso rápido durante aproximadamente una hora al día, los efectos de estos genes se reducían a la mitad.
Qué otros beneficios tiene caminar
A su vez, el estudio también identificó otros beneficios asociados con la caminata:
- Ayuda a controlar los antojos de dulce: varios estudios de la Universidad de Exeter encontraron que una caminata de 15 minutos puede disminuir los antojos de chocolate y reducir la cantidad consumida en momentos de estrés. Las investigaciones recientes confirmaron que caminar también puede disminuir tanto los antojos como la ingesta de diversos snacks azucarados.
- Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama: un estudio de la Sociedad Estadounidense del Cáncer reveló que las mujeres que caminaban siete horas o más a la semana presentaban un 14% menos de riesgo en comparación con aquellas que caminaban tres horas o menos. Además, este beneficio se mantuvo incluso en mujeres con factores de riesgo, como el sobrepeso o el uso de hormonas suplementarias.
- Alivia el dolor articular: caminar puede reducir el dolor asociado a la artritis, y que recorrer entre ocho y nueve kilómetros por semana puede incluso prevenir su aparición. Este ejercicio protege las articulaciones, especialmente las rodillas y caderas, al lubricarlas y fortalecer los músculos que las sostienen.
- Fortalece la función inmunológica: caminar ayuda a protegerse durante la temporada de gripe y resfriados. Un estudio que incluyó a más de 1.000 hombres y mujeres encontró que quienes caminaban al menos 20 minutos al día, cinco días a la semana, experimentaban un 43% menos de días enfermos en comparación con aquellos que hacían ejercicio una vez a la semana o menos. Además, cuando se enfermaban, lo hacían por menos tiempo y con síntomas más leves.