La cartera que dirige Juan Cabandie dio aviso en el Boletín Oficial, que permitirá a la Fundación Rewilding Argentina la importación de tres huemules de Chile.
De esta forma, se resolvió exceptuar de la prohibición de ingreso al país establecida por el artículo 3° de la Resolución SAGyP Nº 725/90 a estos ejemplares y la fundación se compromete a cambio a remitir a la Dirección Nacional de Biodiversidad informes trimestrales de los monitoreos que realizará sobre los ejemplares.
Activistas ambientales y expertos en biodiversidad y conservación alertan esta decisión no está basada en la situación de conservación del huemul en Argentina. Denuncian no haber sido consultados y piden que se revean los pasos y mecanismos necesarios que establece la Ley Nacional 24.702.
El huemul es una especie considerada “monumento natural” (es decir que tiene la máxima categoría de protección, con una ley especial para su conservación) y está en peligro de extinción.
Según los investigadores, los animales que ingresen del exterior podrían establecer un núcleo y cruzarse con nuestras poblaciones, lo que llevaría a la dilución y pérdida de diversidad genética de esta especie, que todavía no se conoce en profundidad.
La Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) afirmó que el sitio propuesto por el Ministerio de Ambiente y la Fundación para la liberación de los huemules, “no se encuentra dentro de la distribución actual de la especie”. “Si bien existen referencias previas que sugieren que el huemul llegó hasta la costa atlántica, esta hipótesis se basan en evidencias inciertas o erróneas o por lo menos, cuestionables”, agregan.
“En su condición de Monumento Nacional, los proyectos que involucren a esta especie deberían enmarcarse en la política nacional de conservación del MN Huemul diseñado por el MAyDS y APN. El plan nacional no está actualizado”, explican especialistas de SAREM.
“Es menester trabajar en un plan actual, consensuado entre las instituciones a cargo de MNs y especialistas, previo a poder hacer lugar a proyectos que provengan de particulares”, concluyen.
El Huemul, un Monumento Natural
En la Argentina solo quedan entre trescientos cincuenta y quinientos huemules distribuidos en unos sesenta grupos a lo largo de 1800 km en los Andes. Uno de ellos es el del Parque Protegido Shoonem, entre Chubut y Santa Cruz, compuesto por unos 60 ejemplares.
“Cuando se realizan sin respetar los protocolos establecidos, los procesos de resilvestramiento pueden resultar en fracasos –explican biólogos a El Destape–. En este caso, la fundación que quiere importar los huemules ya los tuvo con otras especies, como los osos hormigueros que fueron llevados al Iberá, muchos de los cuales murieron por haber sido trasladados a un ambiente que no les corresponde”.
“Si se concreta, esto no solo será riesgoso para la población autóctona, sino también para los propios ejemplares importados, porque el campo de Rewilding está al Este del Parque Nacional Patagonia, en una estepa en la que no hay nada, carece de la vegetación necesaria para que se alimenten. Es una zona que está históricamente muy deteriorada, especialmente por la cría de ganado ovino. Lo más probable es que queden a merced de los pumas, que hay muchos en esa región...”, concluyen.
Qué dijeron desde la Fundación Rewilding
Desde la Fundación Rewilding respondieron que es un proyecto de reintroducción y que efectivamente “se implementa en un área que fue históricamente ocupada por la especie y de la cual la especie fue erradicada por acción del hombre, en este caso hasta hace unos 100 años”.
“La presencia pasada del huemul en el área donde se propone reintroducirlo, en las cercanías de la localidad de Perito Moreno, provincia de Santa Cruz, está profusamente documentada”, agregan.
“El huemul no será ‘introducido’, en realidad será reintroducido en un sector que habitó previamente”, afirman. “Independientemente de esto, listamos nuevamente los registros de los naturalistas y viajeros que reportaron huemules en el área de reintroducción y cercanías”, argumentan.
Al mismo tiempo, se muestran críticos con la SAREM por los datos que, aluden, divulgaron de manera errónea: “Este nuevo documento repite los mismos vicios de otros documentos divulgados por esta organización incluyendo argumentos engañosos, información sesgada y parcial y tergiversaciones cuando no falsedades. Todos atributos que buscan confundir más que asesorar a las instancias técnicas correspondientes”.