Lo sufren en mayor parte los niños, en los adultos es menos frecuente. No tiene un tratamiento en particular y, más allá del susto que pueden pasar los otros convivientes de un hogar, el sonambulismo no tiene muchas consecuencias.
Desde la Clínica Mayo señalan que es probable que en adultos “se confunda con otros trastornos del sueño o que suceda como parte de estos”. “Algunas enfermedades también pueden hacer que las personas caminen mientras duermen”, indican.
En general, el sonambulismo se produce muy poco tiempo después de que la persona se durmió. “Un episodio de sonambulismo puede ocurrir con poca frecuencia o a menudo. Por lo general, el episodio dura varios minutos, pero puede durar más”, aseguran.
El tema lo puso “en agenda” Petrona Jerez, la tucumana participante de Gran Hermano 2025, que advirtió sobre su afección y que, en la primera noche, tuvo un episodio de sonambulismo. Los otros participantes se asustaron y se los notó bastante confundidos sobre cómo actuar. ¿Qué se debe hacer?
Cuándo se debe consultar por sonambulismo
Desde el sitio web de la Clínica Mayo advierten que estos episodios no deben ser causa de preocupación, pero que sí hay que tener en cuenta ciertos parámetros para considerar una consulta médica.
Por ejemplo:
- Ocurren con frecuencia, por ejemplo, más de 1 o 2 veces por semana o varias veces en la misma noche.
- Llevan a un comportamiento peligroso o lesiones en quienes tienen sonambulismo u otras personas.
- Alteran el sueño de los miembros del hogar o de quienes tienen sonambulismo.
- Llevan a sentir mucho cansancio durante el día o causan problemas en las actividades cotidianas, como en la escuela o el trabajo.
- Siguen en la adolescencia de un niño o empiezan en la adultez.
Cómo tratar a un sonámbulo
Desde la Clínica Mayo indican tener en cuenta una serie de recomendaciones, tanto para las personas que lo sufren cómo para quienes conviven con ellas.
- Toma medidas de seguridad. Cerrar y trabar todas las ventanas y puertas exteriores antes de dormir. Incluso, podrías trabar las puertas interiores o colocar alarmas o campanitas. Bloquear las puertas o escaleras con una reja. Apartar los cables eléctricos y otros elementos que puedan hacerte tropezar. Si es posible, dormir en una habitación en planta baja. Colocar cualquier objeto filoso o frágil fuera del alcance y, si hay armas, guardarlas bajo llave. Para los niños: que no duermen en camas marineras.
- Guíarlo amablemente hacia la cama. No es necesario despertarlo. Aunque no es peligroso que se despierte, puede ser perturbador si se confunde y, posiblemente, se altere.
- Dormir lo suficiente. Estar demasiado cansado puede derivar en sonambulismo. Si no se duerme lo suficiente, al menos siete horas cada noche, intentar acostarte antes o adoptar un horario de sueño más regular. O, de ser posible, tomar una breve siesta, que es especialmente útil para los niños pequeños. Si es posible, evitar los ruidos al momento de dormir u otros estímulos que puedan interrumpir el sueño.
- Tener una rutina regular y relajante para antes de irte a dormir. Realizar actividades tranquilas y relajantes, como leer libros, resolver rompecabezas o darte un baño. Los ejercicios de meditación o relajación también pueden ayudar. Que el dormitorio sea cómodo y tranquilo para dormir.
- Controlar el estrés. Identificar los problemas que causan estrés y las posibles maneras de manejarlo. Hablar de lo que te molesta. O bien si tu hijo es sonámbulo o parece ansioso o estresado, hablar con él acerca de sus inquietudes. Un profesional de la salud mental puede ayudar.
- Buscar un patrón. Durante varias noches, toma nota, o pedir a otra persona de la casa que lo haga, del tiempo que transcurre desde que te vas a dormir hasta que se produce un episodio de sonambulismo. Si el tiempo es bastante similar, esta información podría ser útil para planear despertarte antes de un episodio: poner una alarma y mantenerse unos minutos despierto antes de volver a dormirse.
- No tomar alcohol. Tomar alcohol puede interferir con una buena noche de sueño y causar sonambulismo.