La Organización Mundial de la Salud (OMS) desplegó un equipo de expertos para colaborar con las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo (RDC) en la investigación de una enfermedad aún sin diagnóstico que ha causado 30 muertes en la provincia de Kwango.
Desde finales de noviembre, los equipos locales de la OMS han trabajado con autoridades nacionales para abordar el brote en la región sanitaria de Panzi. Este nuevo grupo de expertos se ha sumado con el objetivo de “apoyar a las autoridades sanitarias de la RDC a proseguir las investigaciones sobre la causa de la enfermedad”, según señaló la organización en un comunicado.
El equipo llevará medicamentos esenciales y kits de diagnóstico a Panzi, mientras se realizan análisis de laboratorio para identificar el origen de la enfermedad. La directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, destacó que “nuestra prioridad es proporcionar un apoyo eficaz a las familias y comunidades afectadas”.
Características del brote
El Ministerio de Salud Pública de Congo informó que en Panzi se han registrado hasta ahora 394 casos y 30 fallecimientos. La OMS subrayó las dificultades logísticas para atender la crisis, ya que la zona cuenta con accesos limitados por carretera y una infraestructura de comunicación precaria.
Entre los síntomas reportados están:
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
- Tos.
- Dificultades respiratorias.
- Anemia.
Se ha generado preocupación sobre posibles modos de transmisión. Moeti afirmó que “todos los esfuerzos están en marcha para identificar la causa de la enfermedad, comprender sus modos de transmisión y garantizar una respuesta adecuada lo antes posible”.
El brote en Kwango plantea un nuevo desafío para la salud pública en una región que enfrenta recurrentes emergencias sanitarias. La respuesta internacional se centra en evitar una propagación mayor y en brindar el apoyo necesario a una de las comunidades más vulnerables del país.
La OMS sigue monitoreando la situación y publicará actualizaciones conforme se obtengan más datos. La colaboración entre actores locales e internacionales será clave para contener esta amenaza y salvar vidas.