Una joven de 25 años, denunció en febrero pasado a su ex padrastro y alto miembro de Gendarmería Nacional por múltiples abusos sexuales desde los 10 a los 20 años. A un mes de su acusación se siente amedrentada y reclama celeridad judicial.
El acusado es actual integrante del Escuadrón 13 “Puerto Iguazú” de Gendarmería Nacional, según el testimonio de la víctima, se encuentra libre por lo que se encuentra atemorizada por situaciones que se dieron alrededor de su trabajo y en su propia vivienda.
“Denuncié los abusos y sigo esperando alguna medida de restricción, algo que me dé un poco de seguridad, pero no ocurrió nada. Además se aparece gente extraña en mi casa y le dicen a mis vecinos que son policías, pero después voy y consulto en las comisarías de Iguazú y no hay ninguna notificación o aviso de nada” explicó la joven.
Y agregó que “es sólo para amedrentarme, además la llaman a mi madre y el abusador está libre y trabajando como si nada ocurriera”.
La denuncia penal por abuso fue realizada el miércoles 9 de febrero y la víctima solicitó ante el magistrado mencionado de la Tercera Circunscripción Judicial medidas de seguridad y, de acuerdo a lo que sostuvo durante las últimas horas, no se le notificó ninguna restricción o prohibición de contacto o acercamiento del apuntado por el delito contra la integridad sexual.
La denunciante contó que se animó a denunciar porque “desde los 10 años llevo esta mochila encima, ya no quiero ni puedo soportarla más. Fui abusada hasta que pude escaparme a los 20, cuando fui mayor pude irme a estudiar y luego a trabajar para no volver a estar más cerca de esta persona”.
Con respecto a la relación del hombre con su madre, indicó que “mi madre sólo sufrió hasta que se separó de él. Violencia psicológica y física fueron constantes. El padecimiento fue mucho porque ella le creía todas las mentiras que decía. Me trataba de mentirosa. Lo sufrí cuando vivimos en Córdoba, en Buenos Aires y acá en Puerto Iguazú”.
“Necesito que la denuncia prospere, que la Justicia actúe, hasta el momento nada ocurrió, no me dijeron nada y mi madre recibe llamados extraños también”, resaltó la joven.
Indicó además que “la llaman con amenazas a mi madre. ¿Por qué nadie frena eso? el acusado tiene recursos para hacerlo y yo me pregunto cuándo alguien tomará una decisión y protegerá a las víctimas de estos tipos de casos”.
“No entiendo hasta cuándo debo aguantar esto, cuándo van a dejar de asustarnos, aparece gente extraña en mi casa y sigo sola adelante, no está bien, es muy doloroso”, resumió su estado emocional y de contexto social la denunciante.
En cuanto a las medidas de restricción que solicitó, resaltó el contexto: “Las necesito porque es muy difícil soportar no poder ir a ningún lado sola, me acompaña mi pareja a todos lados y yo tengo que vivir en normalidad, trabajar y moverme con tranquilidad”.
La causa está en manos de Martín Brites, juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, quien investiga la denuncia como “abuso sexual simple”, con los agravantes relacionados al vínculo familiar y de convivencia.
El acusado es un alto mando en la fuerza de seguridad federal, oriundo de Buenos Aires, pero de trayectoria en varias jurisdicciones como Santiago del Estero, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Misiones.
Fuente: Primera Edición