El sujeto tenía una denuncia por abuso sexual, pero fue excarcelado bajo fianza a fines de enero. En horas del mediodía de ayer fue detenido nuevamente tras otras denuncias relacionadas al delito de grooming.
El implicado identificado como Ángel Horacio L. de 44 años sumó nuevas acusaciones durante la última semana y tras un procedimiento ordenado por el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites, fue detenido, esta vez por grooming.
La primera causa por la que el hombre había sido detenido fue caratulada como “abuso sexual simple y exhibición de imágenes pornográficas”. La denuncia había sido radicada en la Comisaría de la Mujer durante la última semana de enero, luego de que su hijo de 11 años le contara que no quería ir a la casa de su amigo porque su padre constantemente le realizaba comentarios e insinuaciones de índole sexual e incluso aparentemente le mostraba imágenes pornográficas a través de un teléfono celular. Esta situación se habría repetido durante aproximadamente un año.
Tras esta primera investigación el hombre fue detenido pero su excarcelación se hizo efectiva el 1 de febrero tras el pago de una fianza y la imposición de una serie de restricciones, entre ellas, una prohibición de acercamiento hacia la víctima, mientras tanto la pesquisa iba a continuar su curso.
“Queremos hacer extensivo también el llamado a quienes hayan sido perseguidos, hostigados o abusados por Horacio Ángel L., para que puedan denunciar lo que hayan sufrido a manos de este hombre, cortando con el ciclo de silencio que le da la posibilidad a estos monstruos, de seguir afectando la vida de nuestros niños”, consignaba el comunicado que publicaron los allegados del menor luego de enterarse de la medida.
Las nuevas denuncias por grooming fueron realizadas durante la última semana por cuatro jóvenes de entre 17 y 23 años, cuyos testimonios tienen varios puntos en común.
Captación de victimas
Todos refieren conocer al acusado porque residen en barrios lindantes e indicaron que cuando aún eran menores de edad el hombre empezó a hablarles hasta que logró entrar en confianza con ellos.
Una vez logrado ese paso, el individuo comenzó contactos por distintas vías de comunicación como WhatsApp o Instagram, donde entablaba conversaciones sobre sexualidad y luego pedía que les manden fotografías íntimas.
Sólo uno de ellos contó haber visitado la vivienda del acusado, aunque se retiró inmediatamente del lugar cuando el hombre le comenzó a mostrar videos pornográficos.
A partir de estas nuevas denuncias el acusado afrontará dos causas penales paralelas: una por abuso sexual simple y exhibición de pornografía, y la otra por el delito de grooming.
Fuente: El Territorio