Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste Argentino (Cesane), aseguró que algunos de los factores que podrían haber ocasionado la escasez de combustible en Puerto Iguazú estarían relacionados con la fijación de un cupo mensual y la reapertura de las fronteras.
Se registró escasez de combustible en Puerto Iguazú en los últimos días, hecho sobre el cual Jalaf señaló que la reapertura del paso fronterizo podría ser un “detonante”.
Esto ocurrió debido a que las compañías petroleras fijaron un cupo límite en las entregas, y por esto las estaciones de servicio de Puerto Iguazú habrían recibido menos combustible de lo habitual para abastecer a su población. “Ese cupo a veces se cumple a fin de mes, por eso estuvieron entregando muy poquito y se produjo una escasez momentánea, por lo general llegamos al mes siguiente”, explicó Jalaf.
A esta situación se le suma la diferencia en los precios con las localidades brasileñas en diferentes productos e insumos. “Hay una demanda mayor que estamos sufriendo en algunos sitios como Iguazú, Irigoyen, Paso de los Libres y va a empezar a ocurrir en Posadas, aunque hay mayor cantidad de estaciones de servicio”, mencionó.
En este sentido, destacó que no se posee el volumen suficiente de combustible para hacer frente a la demanda, que se siente mayormente en las localidades fronterizas.
“La zona de Misiones es la más castigada porque tenemos frontera con dos países, como Brasil y Paraguay, que tienen una demanda de un producto que acá está a la mitad de precio, de un combustible que es de mejor calidad”, resaltó.
A raíz de esto, consideró que, si el cupo de combustible que llega a las estaciones de servicio no se amplía, todos los meses se vivirá la misma situación, y recordó que esta ya se vio en años anteriores, como en el 2001-2003 y en el 2008, cuando el cambio monetario era similar.
Por último, Jalaf explicó que si las estaciones de servicio desean comprar combustible por fuera del cupo establecido su valor es mucho mayor, y deja un margen de ganancia casi inexistente debido a que el precio de este en el surtidor no puede ser modificado. “Las estaciones de servicios no somos formadoras de precios, el precio no lo pongo yo, lo pone la petrolera, nosotros somos simples bolicheros, recolectores de impuestos”, sostuvo.