José Baches es propietario de un reconocido supermercado de Andresito, el jueves pasado, la Policía y la Gendarmería, irrumpieron en su hogar por un supuesto caso sospechoso de coronavirus de una de sus empleadas, tras ser notificados fueron puestos en cuarentena. El sábado el caso fue descartado, por lo que reiteró a los vecinos que fue una falsa alarma.
El empresario contó en Radio Libertad que el jueves por la noche personal de la Policía de Misiones junto a sus pares de Gendarmería irrumpieron en su hogar para notificarle que había un caso sospechoso de coronavirus en su negocio. Se trataba puntualmente de una empleada a quienes le tomaron las muestras y por ende, todos los que tuvieron contacto con ella debía permanecer en aislamiento 14 días.
Tanto a él como a su familia le tomaron la temperatura y les indicaron que no salieran del lugar, como a otro empleado de la carnicería. Con el correr de las horas la muestra tomada a la paciente sospechosa arrojó resultado negativo y esto fue comunicado a Baches por las autoridades el sábado por la mañana.
El tema fue que un parte policial, supuestamente de la comisaría local, con todos los datos y el alerta por la activación del protocolo por coronavirus, inmediatamente se viralizó en todo el pueblo vía Whatsapp, y esto generó un alerta generalizado.
"Lo que pasó fue que se corrió la noticia y los vecinos quedaron asustados. Cuando se descartó esperamos ese sábado la autorización de Gendarmería y volvimos a abrir el negocio. Ese día como hoy no entró nadie. Yo le quiero decir a los vecinos que está todo bien. Ahora nosotros nos vemos perjudicados pero estamos atendiendo", dijo el propietario del autoservicio El Puente.