La nueva planta potabilizadora para Iguazú funcionará desde diciembre, con toma de agua del río Paraná. La información fue proporcionada por el jefe de IMAS, Joaquín Sánchez, señaló el gerente de comercialización y de servicios de la empresa en Iguazú, Ulises Espinosa.
Varios barrios de Iguazú quedaron sin agua "debido a la turbiedad del río Iguazú" explicó el funcionario del IMAS, Ulises Espinosa. Hubo menos bombeo desde la planta del Iguazú por la gran cantidad de sedimentos que arrastraba el agua.
La crecida del Iguazú se produjo el viernes pasado y se mantuvo hasta la tarde de este lunes. "Venía barro disuelto en agua y se hace muy difícil dejarla transparente", explicó a Radio Nacional.
La opción que se manejó en la planta de tratamiento fue reducir en un 60 % la producción de agua potable, por la cantidad de sedimentos. El caño de impulsión 2 sobre la calle El Mensú, hacia la planta potabilizadora (en la Villa 14), tuvo una pequeña pérdida. Pero debe ser reemplazada esa red de asbesto cemento, que ya no se usa más en el mundo.
Desde el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) señalaron que el proceso incluye la captación, desbaste, desarenado y predecantación, coagulación y floculación, decantación, filtración, cloración y almacenamiento para luego ser distribuida.
Espinosa explicó que no hubo dificultades de bombeo desde el Iguazú. Atribuyó la situación al funcionamiento de la nueva represa Baixo Iguaçu, sobre el río Iguazú, en cercanías del Parque Nacional de ambos países.
Otro problema es la sedimentación en los caños de cemento, que deben ser reemplazados por una red hecha con material moderno. Agregó que la planta potabilizadora del Barrio Las Leñas está en plena construcción y sería operativa desde diciembre.
Espinosa no sabe si la red se interconectará con la toma del Iguazú. "Analizamos si se unirá en un solo anillo o primero se alimentan las zonas de las zonas más elevadas y alejadas de la ciudad", explicó el gerente zonal y provincial del IMAS.