La causa que investiga el crimen de Raúl Scherer tuvo este viernes un nuevo avance judicial. El juez de Garantías de Gualeguaychú, Ignacio Telenta, dispuso 90 días de prisión preventiva para Hernán Morales, de 29 años, imputado por el homicidio ocurrido en la madrugada del último domingo en cercanías de Larroque.
La medida fue solicitada por la fiscalía y acompañada por la querella, representada por el abogado Alfio Gette. El cumplimiento de la preventiva para será en la Unidad Penal N°9 El Potrero, en Gualeguaychú.

Según relató Gette, la noche del crimen se desarrollaba una celebración familiar en la que Scherer festejaba su jubilación y el cumpleaños de su nieto de dos años. Morales —que había llegado acompañado y no estaba invitado originalmente— habría hostigado a su expareja, situación que derivó en un reproche por parte de la víctima y en la decisión de pedirle que se retirara del lugar.
El abogado señaló en declaraciones a Radio Máxima que, tras abandonar la reunión, Morales regresó armado luego de caminar aproximadamente un kilómetro. Allí efectuó el disparo que terminó con la vida de Scherer. “Tuvo tiempo de arrepentirse de cometer esta locura y no lo hizo”, sostuvo el representante de la familia.
De acuerdo al testimonio incorporado en la investigación, dentro del domicilio había menores de edad al momento del ataque. Además, Gette confirmó que hay antecedentes previos de conducta violenta por parte del imputado hacia su expareja.

Este jueves, Morales fue dado de alta en el hospital Centenario de Gualeguaychú, donde había sido atendido por lesiones sufridas en el forcejeo posterior al disparo. El letrado querellante adelantó que se opondrán a cualquier planteo defensivo que intente establecer inimputabilidad o algún atenuante.
Por último, se conoció que la defensa oficial había solicitado que la prisión preventiva se cumpliera en forma domiciliaria en un centro de rehabilitación en Zárate, pedido que fue rechazado por el magistrado. Tras la audiencia, el imputado volvió a ser trasladado al Centenario por manifestar malestar, aunque el médico policial había constatado previamente que se encontraba ubicado en tiempo y espacio.


































