La responsable del Nodo hepidemiológico, Elina Villarruel, precisó que "si bien en esta temporada del año aumenta la demanda ya que coincide con las vacaciones y los viajes al exterior, es bueno que sepan que todo el año se pueden acercar a vacunarse".
Asimismo la especialista comentó que "al igual que el verano de 2018, estamos recibiendo a personas que vienen de otros lugares de la provincia, algunos desde Buenos Aires e incluso a ciudadanos uruguayos, como hospital de frontera".
Nación entrega semanalmente una cierta cantidad de dosis, lo que obliga a tener una logística ajustada para que no haya faltantes y gracias a la colaboración del personal del Vacunatorio se está respondiendo adecuadamente a la población.
La Fiebre Amarilla es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de algunas especies de mosquitos y puede ser grave o hasta provocar la muerte ya que no tiene tratamiento, pero es posible prevenirla usando repelentes; ropa de mangas largas, de colores claros y uniformes o teniendo mosquiteros y/o aire acondicionado en el lugar de hospedaje.
Brasil es un país endémico y los turistas que eligen viajar a esas playas deben previamente cumplir con la recomendación emitida por el Ministerio de Desarrollo Social y Salud de la Nación de inocularse contra esa enfermedad.
Sin embargo, no todos deben colocarse la vacuna. "Se sugiere evitar la vacunación porque puede tener efecto adverso en niños menores de un año y personas mayores de 60; inmunodepresivos, es decir, aquellos que vivan con VIH, Hepatitis B o C; pacientes que requieran medicación con dosis de corticoides o inmumoduladores que bajan las defensas; trasplantados y alérgicos a componentes de huevo, pollo o gelatinas; enfermos oncológicos o en tratamiento por cáncer; mujeres embarazadas y madres que estén lactando", aclaró Carlos Gauna, coordinador Departamental de Salud.