Con Nacho Fernández 22 puntos, Sebastián Bernasconi 18 y Capponi 18, Central tomó la primera diferencia importante, ante un Lanús contrariado.
Desde el inicio del juego, Central Entrerriano lo jugó como una verdadera final a este quinto juego de la semifinal que definía el segundo y último ascendido de la temporada en el Torneo Federal.
El Rojinegro imprimió mucha intensidad en defensa para meter parciales de inicio de 7-0 y 11-4, con un gran trabajo en ataque de Ignacio Fernández desde el perímetro y todo el oficio de Sebastián de Bernasconi en la pintura, para que la visita se fuera al cierre del primer chico 24-13.
En el segundo tiempo, Central mantuvo el ritmo de partido que había planteado en los primeros 10 minutos y comenzó a lastimar más a distancia con el ingreso de Lorenzo Capponi. Desde la banca también fue importante el ingreso de Ledesma, quien le dio descanso a Bernasconi, y aportó en el goleo, siendo con 9 el máximo anotador de Central en el primer tiempo. En el arranque del tercer cuarto, Central llegó a sacar una máxima de 17 (47-30) y parecía que iba a quebrar el partido definitivamente. Pero Lanús ajustó en defensa y aprovechó un momento de desconcierto de Central y llegó al último cuarto con una desventaja de apenas dos puntos.
En el cuarto decisivo, de la mano de los triples de Marín Lucero y un buen pasaje de Martín Franchino en el goleo, Lanús pasó al frente por primera vez en el marcador (59-58) y parecía desmoronar mentalmente a los de Mariano Panizza. Pero salió el coraje y la garra del equipo rojinegro y de la mano de un heroico Sebastián Bernasconi, Central metió un parcial de 6-0 (59-64).
A partir de allí, Central fue pura hidalguía en defensa y terminó sentenciando la historia desde la línea, además de un triple de Capponi que le permitió, en un momento tenso del juego, quebrar a su rival.
Heroico, histórico y vibrante triunfo rojinegro que le permite coronar una excelente campaña con el broche de oro: el ascenso, que se le venía negando hace tres temporadas.