Pablo Schoenfisch, hijo de la pareja, fue detenido por ser sospechoso del caso tras la recolecion de testimonios que sostenían la hipótesis de que había participado del crimen, pero faltaba un elemento más consistente. Luego de las demoras que ocurrieron porque una pericia debió ser realizada en la provincia de Chaco, el resultado llegó a manos del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Horacio Saldaña.
Este estudio pericial estuvo enfocado en un par de guantes que secuestraron de la habitación del acusado. En principio se presumía que el joven los podía haber utilizado para ocultar rastros de pólvora en sus manos, luego de supuestamente disparar con el arma calibre 38 que fue hallada sobre la cama matrimonial. La prueba reveló que los guantes tenían restos de pólvora
Esperan resultados de otros estudios para que se tomen otras medidas.
El 14 de mayo del año pasado a horas de la madrugada, la comisaría de Santiago de Liniers recibió una alerta acerca de dos personas heridas de arma de fuego en la casa del exintendente. Minutos después el matrimonio fue trasladado al SAMIC de Eldorado, donde Faustina prácticamente llegó sin vida. En tanto Arnoldo Schoenfisch fue derivado a Posadas donde permaneció internado durante nueve días.
En un principio las tres líneas investigativas primarias eran: un asalto, un femicidio seguido de intento de suicidio o un homicidio perpetrado por alguien de la misma casa.
Pero luego de los testimonios recolectados por la policia acerca de la difícil relación que tenían los padres con el joven, más lo dicho por el hermano del exintendente, que fue uno de los primeros en asistirlo, quien dijo que Schoenfisch le dijo el nombre de quien “se mandó una cagada”, volcaron enseguida las sospechas en el entorno íntimo.
El juez ordenó detener al joven bajo la acusación preventiva de “homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado en grado de tentativa”. Casi un año después, esta calificación toma más fuerza.