Pese a la baja en los índices de la inflación en los últimos meses y a que el dólar no está haciendo sobresaltos notables en su cotización, las PyMEs mantienen un saldo negativo en el primer trimestre del año en la Argentina, acumulando un derrumbe de las ventas al público del 22,1%.
Esto se lee como un arrastre de la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores debido a la seguidilla de varios meses de elevadísima inflación (el último tramo del 2023 y el inicio del 2024), según un informe difundido este domingo por parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Pérdida de ventas al público por parte de las PyMEs
De acuerdo a la medición hecha por la CAME, las ventas cayeron en marzo un 3,2 % con relación a febrero pasado y un 12,6 % en términos interanuales.
Según esta cámara de comercio, los negocios están atravesando “meses delicados, con pocas ventas y subas de costos”.
Los costos de las tarifas afectan a las PyMEs
Si bien es un problema de la gran mayoría de la sociedad, ”especialmente en marzo fue notorio el incremento en los montos de los servicios públicos. Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas de luz”, advirtió CAME.
Según cálculos privados, la inflación en nuestro país se estaría ubicando en el orden del 295,3% interanual en marzo, cuando la estimación para el tercer mes del 2024 se fija según estos mismos cálculos entre el 10% y el 15%.
Esto, hay que tener en cuenta, que repercute de lleno en los bolsillos de los hogares que no han podido recuperarse frente a la enorme inflación: ”Las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas. Hay incertidumbre sobre cuánto durará la recesión y por eso prevalece la precaución al momento de comprar”, indicó la CAME.