Este viernes se dio a conocer una medición paralela al INDEC que realiza el Gobierno nacional donde estiman que el 54,9% de la población argentina puede ser considerada pobre.
El criterio que usan es monetario pero tiene también una mirada multidimensional: se valoran factores estructurales como la vivienda, servicios básicos, educación, empleo y salud.
De esta forma más de 25 millones de personas en todo el país que pasarían a ser consideradas pobres.
El informe es de el Consejo de Coordinación de Políticas Sociales, una oficina que depende de la Presidencia de la Nación, del cual estaba a cargo Victoria Tolosa Paz hasta asumir como Diputada Nacional. Actulamente el organismo es conducido por Paula Amaya.
¿Cómo se mide la pobreza en Argentina?
En un documento, desde el Consejo explican que un hogar puede ser considerado pobre de manera multidimensional si tiene carencias en dos o más aspectos mencionados anteriormente como la “precariedad de los materiales de la vivienda, hacinamiento, tenencia insegura de la vivienda, condiciones sanitarias deficientes, ubicación de la vivienda en zona vulnerable”.
Por otra parte, estudiaron el nivel de “inasistencia a un establecimiento educativo en las edades obligatorias, rezago escolar de los asistentes, logro educativo insuficiente” respecto a la educación.
Por otro lado se analizan las “dificultades para acceder al empleo remunerado, precariedad laboral de los trabajadores, déficit de cobertura previsional de los adultos mayores y ausencia de doble cobertura de salud (obra social o prepaga)”, sobre el empleo y la salud.
El Consejo de Políticas Sociales aclaró que no se trata de una medición que reemplace al índice de pobreza por criterio monetario que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), sino que se trata de un indicador complementario para que el Estado diseñe “respuestas de política pública diferentes” a las que solo tienen en cuenta la situación económica.