El plan del Ministerio de Economía para iniciar un sendero de convergencia inflacionaria en torno al 4% no está dando los resultados esperados y las proyecciones para febrero lo ponen a un paso de una situación límite.
En las últimas horas, se conocieron tres estudios privados, que se suman a la encuesta de analistas que realiza el Banco Central (el REM), que auguran una inflación más cerca del 6% que de la meta que se había impuesto el equipo económico.
La discusión se filtró en las conversaciones que está teniendo el staff técnico del FMI con las autoridades nacionales por la revisión del acuerdo vigente.
Si bien no es una meta a cumplir, tanto los agentes internacionales como los funcionarios locales saben que con esta tendencia inflacionaria tambalea el pacto vigente, como así también la estabilidad institucional y social de la Argentina, dado que el país no cuenta con recursos para sostener el asistencialismo que reclama el momento.
Un estudio de la consultora LCG apuntó que en la primera semana de febrero la suba del precio de los alimentos promedio 1,84%, desacelerándose 0,88 puntos respecto a la semana previa.
Sin embargo, cuando se promedia las cuatro semanas previas el aumento fue de 6% y si se toma punta a punta se eleva a 7%.
Para la Fundación Libertad y Progreso, las evaluaciones del arranque de febrero marcan que la inflación “corre” al 6%, con el agravante que alimentos tuvo un alza de 3,5%.
A su vez, para la consultora EcoGo los alimentos tuvieron una variación de 2,8% en la primera semana de este mes, con relación a la anterior. “Es la mayor variación semanal desde marzo pasado”, afirmó la consultora en su último informe.
“Con este dato y considerando una proyección de variación del 1% para las semanas restantes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en febrero alcanzaría el 6,1% mensual”, añadió el trabajo de EcoGo.
Cuando se evalúan todas las variables, la inflación general del mes se ubicaría así en 5,7%, de acuerdo al informe que comanda Marina Dal Poggetto. Esa variación estará impulsada por las subas en prepagas (8,2%) para el segmento de mayores ingresos o quienes no hayan completado el formulario y 4,9% para aquel de menores ingresos), telefonía móvil y servicios de cable (9,8%), servicio doméstico (5%) y combustibles (3,8% a aplicarse probablemente a mitad de mes), entre otros.
Cabe recordar que el REM del Banco Central –para el cual participaron 40 consultoras y analistas- había proyectado una inflación de 5,5% para este mes.
El informe de LCG amplía el análisis sobre los alimentos donde se observa que las frutas (4,1%) y las carnes (3,6%) otra vez lideraron las subas. Luego aparecen aceites (3,2%), azúcar (1,4%), productos panificados (1,2%) –la última semana se registraron subas de hasta 6% que ubicaron el kilo de pan entre $450 y $ 500-, lácteos y huevos (0,9%)
Para LCG la inflación promedio de 6% se aceleró respecto de la semana previa y alcanzó el valor más alto en 12 semanas. Además cinco de las 10 categorías de rubros relevados registran un aumento de precios del orden de 6%.
La inercia resulta preocupante porque revela que la pauta de 3,2% de aumento que quiso imponer Massa con el programa “Precios Justos” no tuvo el efecto buscado.
Es más, de acuerdo a los informes previos queda claro que ese porcentaje se superó y en consecuencia tambalea todo el esquema que pretende una convergencia de precios.
Que la inflación ceda es fundamental para la pretensión oficial de que los aumentos salariales por paritarias tengan como tópico el 60% presupuestado. Si los números se escapan y los gremios van por empardar la inflación, la espiralización puede complicar aún más el escenario económico.
Uno de los productos que está fogoneando la inflación de febrero es la carne, luego de alzas de 30% en los mercados concentradores.
Economía dejó trascender que esta semana iba a implementar un plan para amortiguar el costo de la carne en los mostradores, pero la complejidad del sistema propuesto generó demoras. Durante ese tiempo, la cadena aceleró los ajustes para adelantarse a las medidas y las subas en frigoríficos ya fueron trasladadas a los minoristas.