Durante los últimos días la acelerada suba del dólar generó zozobra e incertidumbre, pero cuando este comportamiento se pone en contexto y se analiza lo sucedido en el año su incremento fue menor a la inflación y entonces quienes lo eligieron como refugio para sus ahorros terminaron perdiendo.
Luego de tres jornadas de tensión que llevaron la cotización de la divisa informal al récord nominal de $ 357, entre jueves y viernes cedió $ 11 ($ 4 en la víspera) para culminar el año en $ 346.
Si comparamos con el primer día hábil del año (3 de enero) cuando cerró a $ 206, la cotización “blue” registró una suba de 68% a lo largo de 2022, contra una inflación que completará el año en torno al 98%.
En esta diferencia de 30 puntos es en la que se basan muchos analistas económicos para mostrar una dosis de indiferencia sobre la escalada de la divisa desde principios de noviembre, pero en particular en las dos últimas semanas de diciembre.
“Es un precio de la economía y tiene que subir como todos”, es el resumen a la consulta sobre el comportamiento del billete.
Para graficar lo sucedido vale la siguiente comparación: si en enero con $ 206 se podía comprar un litro de gaseosa y un dólar, para el festejo de fin de año con ese dinero solo se pueden comprar U$S 0,6 y medio litro de gaseosa. Si fuera a la inversa, en enero con US$ 1 dólar nos daban $ 206 y 1 litro de gaseosa. Ahora nos darán más pesos ($346) pero no alcanzará para la bebida. En síntesis, se perdió poder adquisitivo manteniéndose en dólares.
Lo mismo sucedió con las opciones financieras. El Contado con Liquidación terminó 2022 a $ 343,64, con un alza en el año de 65%, la misma variación del MEP que abrochó 2022 a $ 328,54.
El otro dato a tener en cuenta es que la devaluación oficial también estuvo por sobre la del “blue”. Pese a que hubo una desaceleración en el ritmo del “crawling pet” que aplicó el Banco Central, terminó el período con una depreciación del peso de 70%.
El dólar mayorista completó el año que finaliza en $ 177,16, cediendo 72,47% contra el dólar.
Durante la última rueda del año, el Central compró US$ 133 millones y así sumó en diciembre US$ 1.987 millones. A lo largo de 2022 adquirió US$ 5.824 millones y superó la marca de 2021 por US$ 300 millones.
El Ministerio de Economía afirmó que cumplió con la meta de acumulación de reservas pactada en el acuerdo con el FMI de US$ 6.000 millones con un sobrecumplimiento de $ 440 millones. Al respecto cabe mencionar que para este cómputo existen diferentes interpretaciones sobre cómo se contabilizan determinados ítems que conforman el nivel de reservas general. El total informado por la autoridad monetaria fue de US$ 44.588.
Por otro lado, hay que recordar que para alcanzar este objetivo, el Gobierno implementó un dólar especial para el complejo sojero, que liquidó US$ 3.154 millones a una cotización de $ 230.
La contrapartida de esta medida es que durante el primer trimestre del año habrá una fuerte merma en el ingreso de dólares, que aumentará las tensiones, especialmente con la industria, que reclama mayor aceleración en los plazos de autorización de pagos de importaciones.
Según informaron los agroexportadores, la liquidación del programa “soja dos” ascendió a US$ 3.706 millones, US$ 706 millones por sobre lo comprometido.
Menores gastos con tarjeta
Los gastos con tarjeta de crédito para el pago de bienes y servicios al exterior se redujeron en noviembre a US$ 279 millones desde los US$ 327 millones que se habían gasto en octubre.
El BCRA destacó que esta medida obedece a la decisión del pago del 25 adicional sobre el valor del dólar oficial a cuenta del impuesto a los Bienes Personales para compras superiores a los US$ 300.
Si bien esta medida puede observar un efecto sobre las cuentas de la autoridad monetaria, lo concreto es que este encarecimiento de la opción de usar “el plástico” elevó la presión sobre el dólar “blue” dado que los consumidores prefieren utilizar el efectivo y evitarse los recargos.