La actividad económica creció 1,3% en marzo, manteniendo la desaceleración de los meses previos, lo cual sustenta las proyecciones privadas que estiman una baja del PBI superior al 3% para este año.
Con este resultado, el primer trimestre de 2023 cerró con un alza de 1,5%, cayendo desde el 1,6% con el que había culminado el primer bimestre. El año se había iniciado con una mejora de 3,1% en enero.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó el Banco Central mostró que para las consultoras privadas, la economía caerá más de 3% este año.
El dato informado hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) corresponde al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el organismo difunde todos los meses a modo de adelanto de la evolución del PBI, que se da a conocer en forma trimestral.
Las cifras corroboran las estimaciones más pesimistas y es uno de los motivos por los que el Gobierno busca apuntalar el consumo para mantener la producción y el empleo de cara al proceso electoral.
Por otra parte, estos números le suman estrés a la discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dado que la variación de las metas a renegociar debe ser cada vez mayor.
La sequía le quitó al país unos U$S 20.000 millones, cuyo efecto ya se empezó a verificar en el nivel de actividad.
El informe del Indec precisó que el sector agropecuario sufrió en marzo una caída de 12%. En tanto, segmento que se vio afectado, aunque en este caso no por culpa de la falta de agua, es la pesca cuyo producido se redujo 15,5%.
Por otro lado, dos de los principales motores de la economía continuaron casi apagados. La industria mostró un alza de apenas 3,1% durante el tercer mes del año y la construcción solo avanzó un 3,2%.
Diferente fue el caso de la minería, que a partir de la activación de una serie de proyectos mostró una mejora de 12,1%. También por el impulso de obras de infraestructura, el sector energético avanzó 13,6%.
Con la inflación golpeando en los bolsillos de todas las familias, el comercio exhibió un exiguo progreso de 3,6%. Un contexto similar se detectó en el sector inmobiliario, que mejoró 3%.
La intermediación financiera –lo que aglutina a todo el sector bancario y financiero- tuvo un leve avance de 0,5%.
Si bien la heterogeneidad de los números puede dar cuenta de situaciones disímiles y particulares de cada área, el factor común es de un escenario de reducción de los niveles de actividad en cada área.