La dolarización que propone Javier Milei: 6 problemas y la idea de copiar lo que hizo Israel

Un informe de Fundación Mediterránea expone los problemas para llevar adelante un plan de dolarización en la Argentina como propone el candidato de La Libertad Avanza.

La dolarización que propone Javier Milei: 6 problemas y la idea de copiar lo que hizo Israel
Javier Milei propone una dolarización para la economía argentina (Archivo)

Según el Ieral, el Instituto que depende de Fundación Mediterránea, “la dolarización es muy buena como eslogan, pero no como receta para la economía argentina”. El informe se relaciona con la propuesta del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, y su planteo de dolarizar la economía argentina en caso de ganar las presidenciales.

En un informe publicado este jueves y respecto de la experiencia en Ecuador, el Ieral dice que se “están minimizando los problemas estructurales” que persisten en el modelo y que “se olvidan las peculiaridades de esa experiencia”.

El análisis, que es parte del Informe de Coyuntura que semanalmente publica el Ieral, lleva la firma de los economistas Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez.

Problemas de la dolarización en Argentina

  1. Tiempos. La sustitución del sucre por el dólar fue un proceso rápido, antes de que terminara el año 2000 ya se había canjeado la base monetaria. Pero eso fue posible porque había reservas suficientes y porque, previamente (en abril de 1999), los depósitos bancarios se habían dolarizado y reestructurado a 5 años (similar al Plan Bonex de 1990)
  2. Oportunidad. La dolarización pudo consolidarse en Ecuador porque en la década en la que se comenzó a aplicar se cuadruplicó el precio del petróleo, el principal producto en términos de exportaciones y de recaudación fiscal.
  3. Resultados. Pese a estas circunstancias tan favorables, el crecimiento de la economía ecuatoriana ha sido modesto en los últimos veinte años, a un ritmo del orden del 1% anual por habitante, y sus exportaciones suman no más de 2000 dólares por habitante y por año.
  4. Respaldo. En la Argentina, el Banco Central no tiene las divisas para rescatar sus pasivos monetarios en pesos, ni se discute la importancia de conformar un fondo anticíclico, un instrumento imprescindible si se sacrifica la política monetaria y cambiaria.
  5. Crisis. Se ignora una enseñanza de la crisis de convertibilidad: el Banco Central tenía los dólares para cubrir los pesos de la base monetaria, pero no para los depósitos a plazo. No es aconsejable diseñar un régimen monetario/cambiario sin contemplar escenarios de crisis en el sistema bancario.
  6. Tipo de cambio. Se necesitarían 40 mil millones de dólares para encarar la dolarización: al no demostrarse como se conseguirían, la brecha cambiaria sufre presión al alza, ya que se hacen cálculos sobre el (muy elevado) nivel del tipo de cambio que se requeriría para que los “números cierren”.

El modelo Israel: alternativa a la dolarización

El Ieral plantea como alternativa “un plan de estabilización” que no ignore la importancia que tiene el dólar como variable para la macro y como unidad de cuenta para la micro, pero que se logre a partir de “una aceitada convivencia con el dólar, sin llegar al modelo ecuatoriano”.

Milei propone dolarizar el país en caso de ser Presidente.
Milei propone dolarizar el país en caso de ser Presidente.

El informe dice que “para los desafíos que enfrenta la Argentina, conviene repasar la experiencia de Israel, que lanzó su plan de estabilización en 1985 y es el más exitoso desde entonces”.

En este sentido, el Ieral explica que Israel creció a un ritmo por habitante más que duplicando a Ecuador, sus exportaciones por habitante llegan a los 15 mil dólares/año, y su moneda es estable.

“Para salir de la estanflación, la estabilidad es condición necesaria, no suficiente. Se sabe que la política monetaria y fiscal tiene que ser consistente, pero hay pasos adicionales. En el caso de la Argentina, hay que comenzar a desmontar los cepos al cambio y al comercio exterior, variables que no pueden faltar en la ecuación”, detalla el texto.

“La integración al mundo es tan imprescindible como la estabilidad. Hoy el escenario global ofrece significativas oportunidades para las que hay que conectar inversiones, infraestructura y exportabilidad. Así podría fortalecerse el entramado productivo (pymes pujantes), evitando caer en modelos tipo ‘enclave exportador’ que tienen muy limitado efecto multiplicador en términos de empleos y difusión de tecnología”, finaliza.