El Gobierno terminará este viernes una de las principales obras que había sido clave en la campaña electoral de 2019 como lo fue el Gasoducto Néstor Kirchner, la conexión que permitirá avanzar con revertir la balanza energética a partir del potencial que tiene Vaca Muerta, el yacimiento de gas más importante de país.
Esa última soldadura se realizará a las 14, en el kilómetro 232 de la traza del gasoducto a la altura de la provincia de La Pampa, en el punto de unión de los tramos 1 y 2, de los tres en que se dividió y se adjudicó la obra. El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, participarán a través de videoconferencia de la ceremonia que encabezará el titular de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez.
Massa, consideró a la construcción del gasoducto como uno de los aportes del sector energético que permitirán morigerar el impacto de la sequía y en la reducción de los ingresos por exportaciones del sector agropecuario, al estimar que la puesta en marcha de la obra permitirá “dejar de importar casi US$ 1.900 millones” en lo que resta de 2023.
“Decidimos avanzar a fondo con la construcción del gasoducto y el viernes se hace la última soldadura” de tubos, anunció el titular del Palacio de Hacienda, en una instancia de la obra que calificó de “hecho histórico” por su significado “en términos de ahorro de importación de energía”.
A partir de esa última soldadura se podrán completar las pruebas hidráulicas a las que se somete este tipo de ductos para constatar la ausencia de pérdidas o fisuras, una técnica que se realiza por tramos a cargo de las empresas contratistas en los tres frentes de obra y bajo la supervisión de la estatal Energía Argentina, que es la contratista de obra.
La construcción de los 573 kilómetros del gasoducto y sus obras complementarias requirieron de la fabricación de 56.700 tubos con costura, de 12 metros de largo y unos 5.000 kilos de peso, que fueron curvados y soldados en la planta de Tenaris ubicada en Valentín Alsina, en el conurbano bonaerense.
Esta primera etapa de la obra que tiene fecha de entrada en operación el 20 de junio se extiende desde la planta de tratamiento de gas en la localidad neuquina de Tratayén, hasta la otra cabecera en Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, lo cual permitirá sumar una capacidad de evacuación de 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3) del gas de Vaca Muerta.
Por qué es un proyecto clave en la macroeconomía
Actualmente, Argentina está en déficit en la balanza energética a pesar de tener una de las reservas de gas natural más importantes del mundo. Justamente, debe pagar cerca de US$ 8.800 millones al año en la importación de este recurso para cubrir la demanda, sobre todo en invierno.
En ese sentido, la actual caída en las reservas y con el brutal impacto de la sequía que complicó aún más las arcas del Estado, tener que importar energía sería una de las condiciones que dificultarían aún más esta situación. Es por eso que el Gobierno busca con la finalización de esta obra, no solo cubrir la demanda local, sino empezar a exportar gas a Chile, Bolivia o Brasil.
Según reveló la secretaria de Energía, Flavia Royon, en el evento Experiencia Idea Energía 2023 que se realizó en la ciudad de Neuquén, para 2024 “el balance energético estará entre US$ 8.000 y US$ 12.000 millones de balanza positivo”.
Con la finalización de los 573 kilómetros del gasoducto que unirá Tratayén con Salliqueló, buscan que se ahorren unos US$ 2.028 millones de importaciones de gas oil y de US$ 634 millones de fuel oil destinados a las usinas eléctricas; y otros US$ 1.153 millones de reducción por los menores volúmenes de GNL a sustituir con el gas incremental de Vaca Muerta.
Para 2026, se espera que las importaciones del gas de Bolivia se reduzca a cero, donde el yacimiento neuquino permita abastecer al norte y noroeste del país.
Para eso es necesario comenzar las obras de la segunda etapa que permitirá llegar a San Jerónimo, en el sur de Santa fe, sumado otros 17 millones de m3/día y abriendo la posibilidad de abastecer a grandes ejes urbanos e industrias del centro y norte del país, como así también la oportunidad de exportar los excedentes a Brasil y Chile.
El proyecto incluye obras complementarias como el gasoducto Mercedes-Cardales de 80 kilómetros (con caños de 30 pulgadas de diámetro), la ampliación de un tramo del Gasoducto NEUBA II en la provincia de Buenos Aires de 29 kilómetros (con caños de 30 pulgadas de diámetro) y una planta compresora en Cardales de 15.000 HP de potencia.