El director del Fondo Monetario Internacional para el hemisferio occidental, Ilan Goldfajn, se refirió a la expectativa para el crecimiento de las economías latinoamericanas. Además, apuntó con el tema inflacionario y remarcó que deberán rever las propuestas del programa en la Argentina.
Cuando se llegó al acuerdo, el organismo financiero internacional anticipó que para la Argentina había una expectativa del 48% en meta inflacionaria a lo largo del 2022. Sin embargo, en el primer trimestre de este año, el encarecimiento de precios ya llegó a pasar apenas el 16%, teniendo en marzo el mes más alto de los últimos 20 años.
En ese marco, el economista del ente global, tanto la Argentina como el resto del escenario inflacionario global, fueron afectadas por el escenario que se presenta en el mundo. “Las revisiones usualmente toman en cuenta la nueva realidad en cada país”, aseguró Goldfajn.
Si bien dejó la puerta abierta para cambiar los objetivos inflacionarios, remarcó que Argentina tiene objetivos, como los fiscales o de financiamiento, que “no cambian”. “Por el contrario, los supuestos se pueden modificar en función del nuevo marco macroeconómico que vaya surgiendo en la economía global”, señaló.
“Ahora estamos buscando priorizar medidas para asegurar que el programa y sus objetivos se cumplan. No van a cambiar. Vamos a apoyar a las autoridades argentinas para que cumplan las metas y objetivos del programa. Hubo conversaciones y negociaciones con las autoridades aquí, en Washington, y esperamos finalizar la primera revisión en mayo”, agregó.
“Con las relaciones de deuda pública/PIB por encima de los niveles previos a la pandemia y el aumento de los costos de financiamiento en un contexto de tasas de interés internacionales y locales más altas, los países tendrán que garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas para ayudar a preservar su credibilidad y recomponer el espacio fiscal”, apuntó Goldfajn.
Y concluyó: “El gasto en programas sociales, salud, educación e inversión pública debe protegerse, al tiempo que se implementan reformas tributarias (como el aumento de los impuestos sobre la renta de las personas físicas) que apuntalen el crecimiento inclusivo y ayuden a los países a mantener la sostenibilidad fiscal”.