Una buena noticia para los pequeños ahorristas: en medio de la guerra contra la inflación, el Banco Central (BCRA) decidió subir las tasas de interés de los plazos fijos, a fin de incentivar el ahorro en pesos y que las personan se vuelquen a esta moneda en detrimento del dólar.
Lo que se busca con esta medida, en definitiva, es que las tasas de los plazos fijos le puedan ganar aunque sea momentáneamente a la inflación, y las personas que cuentan con ahorros decidan invertir en este tipo de herramienta bancaria antes que comprar divisas extranjeras.
A cuánto subieron los plazos fijos
Según lo establecido por el Banco Central, las tasas de los plazos fijos en pesos ascienden a un 44,5%.
Cabe recordar que antes de esta suba, los mismos se posicionaban en el orden del 41,5% mientras que si se utilizaba esta herramienta pero en dólares, la diferencia era abismal: 0,1%.
Hay que decir también que si un ahorrista quisiese en la actualidad vender sus dólares, el oficial está siendo tomado en valores menores a los $110, mientras que para comprarlos (solo se puede hasta U$S 200), ronda los $115.
En esa misma tónica, el dólar blue cotiza en otros valores más cercanos a los $200 y es en parte por esta razón que el Gobierno Nacional busca incentivar los plazos fijos, para evitar que las personas se inclinen por este mercado de cambio paralelo.
Además, esta disposición del BCRA remite también a uno de los pedidos propios del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde se estipuló en el acuerdo que las tasas de interés se posicionen de manera tal que le ganen a la inflación.
Lo cierto es que este aumento difícilmente igual cumpla con los requisitos de poder ganarle a la inflación, teniendo en cuenta que la misma, en el mes de febrero, se ubicó en el 4,7% y para marzo, según especialistas, pueda llegar a superar los 5 puntos porcentuales.
Medida necesaria pero insuficiente
El economista y director ejecutivo de la consultora Labour, Capital & Growth (LCG), Guido Lorenzo, dialogó con A24 para explicar su perspectiva al respecto, mencionando que esta medida funciona como un “manejo de expectativas” dado que “muestran un mayor compromiso del BCRA con la inflación, lo cual puede redundar en expectativas favorables que hagan pensar al público que la inflación es de interés del BCRA y va a haber mayor prudencia monetaria”.
Sin embargo, también afirma que si bien era una medida “correcta” a tomar, este aumento de las tasas de interés no llega a cubrir los propios de la inflación, siendo entonces una medida necesaria pero que termina siendo insuficiente.
“En general las medidas de política monetaria tienen rezago, lo que hacés en marzo te va a repercutir en el segundo trimestre. Probablemente no sea la última suba de tasas tampoco”, explicó Andrés Borenstein, economista en jefe de EconoViews y también dialogó con A24.
Y luego continuó su argumento: “Si se paga mejor los depósitos en pesos, ayuda a sacar un poco de presión sobre el tipo de cambio, sobre todo en los tipos alternativos. Pero no es una tasa positiva en un nivel que realmente pueda abocar a la gente masivamente a los plazos fijos en pesos”.