A los sombríos pronósticos de J&P Morgan, Goldman Sachs y el Bank Of America en las últimas horas se sumó el del banco de inversión Moody’s, quien aseveró que cualquiera sea el resultado electoral del 19 de noviembre será ineludible un fuerte ajuste fiscal que ordene las cuentas públicas de la Argentina, al tiempo alertó sobre la posibilidad de un default y de una crisis cambiaria.
Todos los informes apuntan en el mismo sentido y ponen la lupa sobre los matices que puede darle la gestión de uno u otro candidato. Pero el punto de partida es similar para ambos proyectos: sin equilibrio fiscal la Argentina se encamina a una situación más delicada que la que atraviesa.
Si bien las opiniones de estas instituciones incluyen el sesgo del interés propio, las coincidencias son marcadas y el concepto común que las atraviesan sugiere que si el ajuste no se hace de una manera ordenada se producirá inevitablemente en forma caótica y con una consecuencia negativa mayor para la población.
Cabe aclarar que a esta visión adhieren la mayoría de las consultoras locales que entienden que el país no puede seguir financiándose mediante emisión monetaria espuria.
“Un ajuste macrofiscal es inevitable independientemente de quién gane” fue la contundente frase del informe que presentó a sus clientes hoy Moody’s.
La consultora sostuvo que “los importantes desequilibrios macroeconómicos y fiscales —que frenan la actividad económica, distorsionan los precios relativos y reducen el poder adquisitivo— exigen medidas de parte del candidato que sea electo”.
De aquí se desprende que un fuerte recorte del gasto público es ineludible y la victoria de uno u otro candidato determinará sobre qué sector recae el peso.
Para Moody’s el panorama económico estará seriamente influenciado por el nuevo escenario político: “La probabilidad de un Congreso más dividido políticamente también influirá en la capacidad del próximo gobierno de implementar políticas que aborden estos problemas, señaló.
Asimismo, remarcó que la delicada estructura macroeconómica puede llevar al país a un default o a una nueva reestructuración de su deuda. Este es el principal concepto que asimilan quienes poseen papeles de la deuda pública Argentina.
“Las distorsiones económicas aumentan el riesgo de que se produzca un evento de crédito soberano en 2024-2025″, afirmó la casa de inversiones.
En los últimos meses los títulos públicos sufrieron profundas caídas, que los llevaron a cotizar casi a un cuarto de su valor, elevando el riesgo país a 2.525 puntos.
Moody’s señaló que “el resultado del balotaje determinará si la economía está preparada para enfrentar un período prolongado de deterioro gradual, ya sea bajo el gobierno de Sergio Massa, que adoptará medidas correctivas menores para evitar la agitación política y social, o el gobierno de Javier Milei, que se verá limitado por desafíos de gobernabilidad que obstaculizarán su ambiciosa agenda de reformas”.
La compañía alertó que “la calidad crediticia de las empresas no financieras empeorará a causa de los problemas económicos” y apuntó contra el cepo: “Los controles de capital dificultan el refinanciamiento de la deuda externa y esto aumenta el riesgo crediticio”.
Asimismo, subrayó la solidez del sector bancario ya que “los bancos tienen una baja penetración crediticia, una exposición contenida —aunque creciente— a la deuda pública soberana y un bajo nivel de intermediación de los ahorros en moneda extranjera”.
Moody’s también consideró que “habrá cambios de tarifas y en el esquema de los subsidios en los servicios públicos”.
“En el caso de las empresas de servicios públicos, existe cierta preocupación en torno a la capacidad de pago de los clientes, lo que dificultará cualquier cambio estructural”, alertó.
En tanto, sostuvo que “en el sector energético, los subsidios, la intervención del gobierno y la inversión en energías renovables continuarán con un gobierno de Massa”.
“En cuanto a los gobiernos locales y regionales –continuó el informe-, un gobierno de Milei probablemente les dará más autonomía fiscal a las provincias, pero su capacidad para lograrlo será limitada”.
Preocupación por las reservas
En un día sin operaciones en el mercado de cambios al no haber actividad bancaria por la celebración del “Día del Bancario”, la preocupación vuelve a posarse sobre el nivel de reservas.
El Gobierno canceló este lunes otro vencimiento con el FMI por US$ 800 millones (impostergable dado que eran en concepto de intereses) y las reservas brutas se acercarán al piso de US$ 21.000 millones. Hoy el BCRA no dará su informe habitual con lo cual el reporte exacto se conocerá mañana en la tarde.
En tanto, las estimaciones privadas sostienen que las reservas netas ya son negativas en más de US$ 20.000 millones.
Massa descartó una devaluación luego de las elecciones del 19 de noviembre y reafirmó que desde el 15 de este mes se reanuda el proceso de ajustes diarios del tipo de cambio (crawling peg) arrancando desde $ 353.