Tras la caída de Juan Domingo Perón en 1955, Jorge Luis Borges fue nombrado director de la Biblioteca Nacional. Su ceguera, que avanzaba desde su juventud, ya no lo dejaba leer. Borges, entonces, comienza a escribir con su voz y dicta sus cuentos.
La fotógrafa Sara Facio capturó su figura, entre anaqueles y libros, en una imagen que se volvería tan propia de Borges como los laberintos, los espejos y la noche.
Sara Facio nació el 18 de abril de 1932. Fue asistente de la gran Annemarie Heinrich, fotógrafa publicitaria, retratista y trabajó como reportera gráfica para La Nación y agencias como Gamma y Sipa Press.
Su cámara eternizó los gestos de decenas de escritores latinoamericanos y también los matices de su mirada. Para terminar cada rollo, Sara disparaba frente al espejo atrapando su propio rostro.