Novak Djokovic fue el primer caso mediático a nivel mundial de un deportista que no puede participar de un torneo por no estar vacunado contra el coronavirus. Es que las autoridades de Australia decidieron deportarlo, ya que incumplió con la solicitud de la vida. Sin embargo, poco más de un mes de ese hecho, se animó a romper el silencio.
Esta vez, el actual número 1 del ranking ATP no se mostró para nada arrepentido de esta situación y apuntó a que es “el precio” que está dispuesto “a pagar” por mantener sus convicciones.
El precio que Novak Djokovic que está dispuesto a pagar
La principal consecuencia que afectó al serbio el no disputar el Australian Open es que podría verse afectado su puesto en la cima del ranking ya que el ruso Daniil Medvedev podría quedarse con el primer puesto a fines de febrero en caso de ganar torneos.
Sin embargo, el balcánico remarcó que sacrificaría su participación de Roland Garros y Wimbledon si lo obligan a vacunarse. “Sí, ese es el precio que estoy dispuesto a pagar”, remarcó.
“Los principios de decisión sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa. Intento estar en sintonía con mi cuerpo todo lo que puedo”, agregó en diálogo con la cadena BBC.
Asimismo, el tenista de 34 años no se considera antivacuna y que nunca ha estado “en contra de la vacunación”, sino que destacó siempre “la libertad de elegir lo que pones en tu cuerpo”.
“Entiendo que, a nivel mundial, todo el mundo está tratando de hacer un gran esfuerzo para manejar este virus y ver, ojalá, el fin pronto de este virus. Me tomo esto muy en serio y no me gusta que alguien piense que he hecho un mal uso de algo o en mi propio favor, para, ya sabes, obtener un resultado positivo en la prueba PCR y finalmente ir a Australia”, completó.
La deportación de Australia y los motivos que dio Djokovic
Por su parte, el serbio se encargó de dar su versión sobre los motivos que dieron para confirmar su deportación del país oceánico. “Lo que la gente probablemente no sabe es que no fui deportado de Australia sobre la base de que no estaba vacunado, o que rompí alguna regla o que cometí un error en mi declaración de visado”, explicó.
“La razón por la que fui deportado de Australia fue porque el Ministro de Inmigración usó su discreción para cancelar mi visado basándose en su percepción de que podría crear algún sentimiento anti-vacunas en el país o en la ciudad, con lo que estoy completamente en desacuerdo”, añadió.
Por último, recordó las horas que pasó detenido en la capital australiana: “Estaba realmente triste y decepcionado por la forma en que todo terminó para mí en Australia. No fue fácil”.