El ascenso quedó nuevamente marcado en el fútbol argentino por un error de Nicolás Lamolina en la semifinal del reducido entre Quilmes y Ferro por un penal mal cobrado. En ese sentido, el árbitro rompió el silencio y reconoció su error en la cancha del Cervecero.
El juez explicó que fue una jugada muy rápida y que tomó la decisión “en milésimas de segundos”. Sin embargo, aclaró: “En mi casa, vi el partido completo y vi la repetición de la jugada en cuestión. Veo que el golpe termina siendo de Anselmo con la pierna en el arquero, Miño. Lo que sucede es que Anselmo, en busca del balón, termina pateando a Miño”.
“En la cancha, sentí que el arquero había salido con imprudencia y por eso sancioné penal. Pero luego, viéndolo, me doy cuenta que es Anselmo el que golpea el cuerpo del arquero”, añadió Lamolina en diálogo con TyC Sports.
“Sentí una decepción tremenda. Sobre todo porque mi búsqueda es la de la justicia deportiva. A la gente del fútbol, a la gente de bien, a la gente de Ferrocarril Oeste -que seguramente con esta decisión se sentirá muy a disgusto conmigo- pedirle las disculpas del caso. Me encuentro con una profunda tristeza. El disgusto y el hecho de no poder dormir por un par de días no me lo va a quitar nadie”, completó.
El respaldo del responsable de la Dirección Arbitral del Fútbol Argentino
Federico Beligoy también habló sobre el polémico fallo de Quilmes y Ferro. En diálogo con ESPN, el director del arbitraje argentino aseguró que “Lamolina es un ser humano y se equivocó”.
“Le puede pasar en un campo de juego y en la vida. Nosotros nunca queremos que sucedan estas cosas. Esto lo va a fortalecer como persona, como árbitro y va a salir de esta situación. Tenemos que comprenderlo”, señaló.
“Lo único que hizo fue equivocarse en una sanción. Es importante y trae inconvenientes, pero esta es la vida del árbitro de fútbol”, completó el ex árbitro que reclamó por la inclusión del VAR en el fútbol argentino.
El error que desencadenó la polémica
En la semifinal del reducido en la Primera Nacional, Quilmes y Ferro disputaban un partido. En ese momento, Nicolás Lamolina sancionó un penal que condicionó el partido y terminó inclinando la balanza para el Cervecero.
Tras un remate bloqueado por Mariano Pavone, el rebote quedó para la disputa entre el arquero verdolaga Marcelo Miño y Federico Anselmo. El uno del equipo de Caballito buscó rechazar con la mano y el delantero del Cervecero le quiso pegar con su derecha, pero terminó pegándole al rival.