Luis Enrique y el recuerdo de su hija Xana antes de la final de Champions League con el PSG: “Estará espiritualmente”

Pasaron casi 6 años desde el fallecimiento de Xana a sus 9 años, hija del entrenador español del Paris Saint Germain. Qué le pasó.

Luis Enrique y el recuerdo de su hija Xana antes de la final de Champions League con el PSG: “Estará espiritualmente”
El dolor de Luis Enrique, ex entrenador del Barcelona, por el fallecimiento de su hija

En agosto de 2019, el fútbol y el mundo del deporte se detuvieron para acompañar el dolor de Luis Enrique. El actual entrenador del PSG anunciaba la pérdida más dura de su vida: la muerte de su hija Xana Martínez, de tan solo 9 años, a causa de un osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo poco común y especialmente agresivo en niños.

El anuncio, realizado a través de un comunicado oficial del propio técnico, fue breve, sincero y profundamente humano. Agradeció el apoyo recibido durante los cinco intensos meses que duró la batalla contra la enfermedad, una etapa en la que decidió dejar su cargo como seleccionador nacional para dedicar su tiempo exclusivamente a su hija.

Una lucha silenciosa

La familia Martínez Cullell eligió vivir este difícil proceso con discreción. Desde el diagnóstico a comienzos de 2019, Luis Enrique comenzó a ausentarse de su trabajo por “motivos personales”, sin dar mayores explicaciones. En junio de ese mismo año, se confirmó su salida definitiva del banquillo de “La Roja”, sin que el público conociera aún la dimensión del drama familiar que vivía en silencio. El 29 de agosto de 2019, el entrenador compartió la noticia que nadie quería escuchar: Xana había fallecido.

El dolor de Luis Enrique, ex entrenador del Barcelona, por el fallecimiento de su hija
El dolor de Luis Enrique, ex entrenador del Barcelona, por el fallecimiento de su hija

El impacto en la vida de Luis Enrique

La pérdida de su hija marcó un antes y un después en la vida del exjugador del Barcelona. En múltiples entrevistas y a través de producciones audiovisuales como su documental “No tenemos ni p** idea”*, Luis Enrique ha hablado con valentía sobre el proceso de duelo, el aprendizaje emocional y la manera en que mantiene viva la memoria de su hija.

Una de las reflexiones más potentes del técnico español ha sido su agradecimiento por los años vividos junto a Xana. “Soy un afortunado por haber compartido nueve años con ella”, expresó en una de sus declaraciones más recordadas. Esta actitud serena, aunque dolorosa, ha sido reconocida por muchos como una muestra de amor incondicional y resiliencia.

Recordar y transformar el dolor en ayuda

Tras la tragedia, Luis Enrique y su familia fundaron la Fundación Xana, con el objetivo de acompañar a otras familias que enfrentan enfermedades graves en sus hijos. La organización busca brindar apoyo emocional, económico y logístico, reflejando el deseo del entrenador de transformar el dolor en una red de esperanza para otros.

La Fundación representa hoy una de las formas más visibles de mantener vivo el recuerdo de Xana, junto con los homenajes personales que Luis Enrique le dedica en fechas importantes, como cumpleaños y aniversarios, a través de mensajes que siguen emocionando a miles de personas en redes sociales.

En una de las conferencias previas a la final de Champions entre el PSG y el Inter, el entrenador recordó la vez que conquistó el título con el Barcelona y volvió a hablar de su hija, que sabe que estará presente espiritualmente este sábado.

Una historia que sigue tocando corazones

Cada vez que Luis Enrique habla de Xana, no lo hace desde la tristeza paralizante, sino desde el amor eterno. Una de las anécdotas más conmovedoras es la forma en que convenció a su madre de mantener las fotos de su nieta en casa, recordándole: “Xana sigue viva”.

Luis Enrique Martínez García y su hija Xana (Foto: Instagram)
Luis Enrique Martínez García y su hija Xana (Foto: Instagram)

En un contexto en el que el fútbol a menudo gira en torno a títulos, estadísticas y rivalidades, la historia de Xana Martínez nos recuerda que hay historias humanas que trascienden el deporte y que, desde la sencillez del amor familiar, pueden conmover al mundo entero.