Julio Arca, exfutbolista argentino campeón del mundo con la Selección Sub 20 en 2001, vive hoy una realidad muy distinta a la que conoció en su época de gloria. Tras una destacada carrera en Inglaterra, decidió bajar el perfil y volver a su país natal, donde inició una curiosa, pero exitosa segunda vida profesional: lidera una empresa de mudanzas especializada en deportistas.
Arca, formado en Argentinos Juniors e integrante del mítico equipo juvenil dirigido por José Pekerman, compartió plantel con figuras como Javier Saviola, Andrés D’Alessandro y Maxi Rodríguez. En su carrera profesional pasó por clubes como Sunderland y Middlesbrough, donde se ganó el respeto del fútbol inglés. Sin embargo, al colgar los botines, eligió regresar a la Argentina con su esposa, la ex actriz de Chiquititas Valeria Díaz, y sus dos hijos.
Un caos que terminó en negocio
“Cuando volvimos tuvimos que organizar la mudanza, y fue un caos”, contó Arca en diálogo con Infobae. Esa experiencia fue el punto de partida para una idea que se transformaría en negocio. Junto a un amigo con experiencia en logística, fundó Premier Sport Division, una empresa enfocada en brindar soluciones de mudanza y trámites personalizados a deportistas que regresan del exterior.

El fútbol y la mudanza
“Un futbolista tiene objetos muy valiosos, trofeos, papeles importantes. La mudanza no es sólo cargar cajas, es manejar todo con cuidado y responsabilidad”, explicó. Entre sus clientes más recientes figura José María Basanta, ex defensor de la Selección que volvió al país tras su paso por México.
La empresa que respalda a Arca, Universal Cargo, ya tenía trayectoria en logística internacional, trabajando con embajadas y grandes firmas. Con su nuevo enfoque para deportistas, el exfutbolista encontró un nicho poco explotado, pero clave en la vida de quienes cierran su carrera fuera del país.

A más de dos décadas del título mundial juvenil, Arca recuerda con orgullo aquel logro: “Sabíamos que ese equipo era especial. No por los nombres, sino por la mentalidad. Pekerman nos enseñó mucho más que fútbol”.
De levantar una copa del mundo a cargar valijas y trofeos ajenos, Arca demuestra que el éxito no siempre se mide en goles. Su historia, cargada de humildad y reinvención, es un ejemplo de cómo transformar una dificultad en oportunidad.