La bienvenida a River Plate fue impactante en el Monumental: largos minutos de fuegos artificiales tiñeron de rojo el estadio, en donde esta noche los de Marcelo Gallardo buscaban la hazaña por Copa Libertadores frente a Atlético Mineiro.
Los Millonarios deberían meter al menos tres goles y mantener su arco en cero para forzar un desempate por penales, luego del 3 a 0 que trajeron de Brasil la semana pasada.
El partido
Aunque en la previa Gabriel Milito, DT del equipo brasileño, dijo que esperaba un partido peleado, en el que los suyos también atacaran, lo cierto es que Mineiro estuvo gran parte del primer tiempo “debajo del arco”.
River buscó el gol durante todos los primeros 45′, aunque las imprecisiones mostraban el lógico nerviosismo y, en ocasiones, también desesperación.
La más clara llegó mediante Kranevitter a los 23′, que intentó desde lejos y Éverson pudo atrapar. Colidio fue otro de los que se acercó en varias oportunidades sin éxito.
Cuando parecía que el visitante no pretendía entregar nada más que un esquema defensivo, sorprendió con una contra que Armani le ganó al peligroso Deyverson, con una atajada que valió lo que un gol.
Otro de los que no pudo sacarse la mufa durante la primera mitad fue Borja. Visiblemente molesto, el colombiano tuvo un entredicho con Kranevitter, quien lo levantó del piso cuando el delantero exageraba un falta y le exigió “actitud”.
En el inicio del segundo tiempo, la más clara fue para el brasileño y Armani se vistió de héroe. Primero, el travesaño le dijo que no a un zapatazo a distancia, y el rebote que encontró la “Cacatúa” la contuvo el “Pulpo” con grandes reflejos sobre la línea.
Enseguida fue el momento de los pibes: Gallardo movió el arco y metió al mismo tiempo a Villagra, Mastantuono y Echeverri.
Los jóvenes le dieron mucha dinámica al encuentro y se notó un gran cambio de actitud. El Diablito tuvo varias que obligaron al arquero Éverson, con excelentes intervenciones.
A los 31′ llegó una jugada polémica: cayó Meza en el área por una acción con Rodrigo Battaglia. A primera vista pareció penal, pero el VAR no llamó al árbitro.
River nunca dejó de intentarlo pero no logró ser contundente. Los de Gallardo se despiden así de la mayor competencia continental del año.