Una sorpresiva medida de fuerza de choferes autoconvocados dejó este jueves sin servicio de transporte público a la ciudad de Corrientes. Los trabajadores anunciaron que continuarán con la huelga hasta que les paguen los aumentos salariales acordados.
En ese contexto, este viernes sigue el paro de colectivos, afectando al 85% de las líneas de transporte urbano de la capital provincial, incluyendo el servicio Chaco-Corrientes. Los usuarios sólo pueden acceder a los coches de la empresa Miramar o al transporte privado.
Los trabajadores reclaman incrementos salariales acordados en paritarias que aún no fueron abonados y un porcentaje del aguinaldo, según expresaron a la prensa. Ayer por la tarde hubo cruces y entredichos entre los empleados autoconvocados y miembros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Los choferes autoconvocados pertenecen a la empresa ERSA, que concentra casi la totalidad del servicio de transporte capitalino. En ese sentido, decidieron continuar con la medida de fuerza "hasta que nos depositen la plata", manifestó a la prensa su representante, Mariano Zacarías.
Por su parte, el secretario general de la UTA, tras una extensa reunión con los directivos de la empresa pidió "equilibrio" y consideró que "la respuesta no puede ser inmediata y no se puede dejar a toda la gente sin servicio".
Tras el conflicto interno y las declaraciones de los choferes que expresaron que no se sienten representados por la UTA, el dirigente sindical consideró que "la única forma de solucionar esta situación es estar unidos".
En este contexto, Suárez ratificó el paro de 22 a 3.30 horas, que ya había sido anunciado y el paro total del martes 20.