En Italia, Paulo Dybala y otros compañeros de la Juventus participaron de una fiesta clandestina que terminó en escándalo, al arribar al lugar los Carabineros, que concurrieron por una denuncia de los vecinos.
Por este episodio, el cordobés y otros dos futbolistas juventinos podrían recibir una sanción del club turinés, que encima no pasa por un buen momento deportivo en las últimas semanas.
Junto con Arthur, Dybala participó de una fiesta en la casa de McKennie y otras 20 personas, en una reunión que claramente contradice todas las órdenes y medidas para frenar el avance del coronavirus, en uno de los países europeos más castigados por la pandemia.
Según publica La Gazzetta dello Sport, en la fiesta estaban los futbolistas con sus novias y familias, pero la velada se extendió más allá de la restricción horaria nocturna y aunque varios de ellos se retiraron antes de las 23.30, hora en la que los Carabineros golpearon la puerta de la casa del mediocampista McKennie, a donde habían llegado tras recibir una denuncia de vecinos.
Los que participaban de la reunión en ese momento fueron multados por violar las normas anti covid-19; mientras que allegados al club han comentado que seguramente recibirán sanciones aunque serán tenidos en cuenta para el clásico con el Torino, en los próximos días.