Martín Rodríguez Sabagh es un locutor de Córdoba que sorprendió a todos al convertirse en la voz oficial de nada menos que La Casa de Papel. A días de que se estrenen los últimos capítulos de la temporada final de esta aclamada serie de Netflix, el hombre de 48 años dialogó con Vía Córdoba y contó detalles de este gran salto en su carrera.
En una extensa entrevista brindada este medio, Rodríguez Sabagh recorrió su larga formación y relató cómo fue el desembarco en esta firma mundial. “Ha surgido un amor con Netflix Latinoamérica. A los locutores nos pasa muy seguido que las marcas se enamoran y te convertís en su voz institucional durante mucho tiempo”, señaló.
En cuanto al primer contacto, el locutor oriundo de Santiago del Estero pero residente en Córdoba, narró que hace algunos meses, Netflix lanzó “un llamado a todos los locutores de habla hispana para que presentaran un demo de La Casa de Papel pero nacionalizada, es decir, la de Chile con un chileno, la de Colombia con un colombiano y la de Argentina con un argentino”. “Se trataba de la primera campaña que era el ‘Homenaje a los caídos de la resistencia’”, explicó.
“En esa primera convocatoria salí seleccionado y cuando estábamos grabando la campaña argentina en Córdoba, en los estudios de Hi Fi, los productores de Netflix Estados Unidos me piden que lo haga en castellano neutro”, detalló Martín. Y agregó: “Al momento de escucharme, les encanta y se produce este gran amor: Netflix decide elegirme, ya con la campaña casi hecha en cada uno de los países, como la voz para toda América Latina”.
Meses después fue que llegó el último “teaser” de La Casa de Papel. “Después se hizo esta última campaña, que está más enfocada a las redes sociales y que aparece en los metros y shoppings de Chile y México”, sostuvo el locutor.
Los nervios de poner la voz para La Casa de Papel: “Me temblaron las patas”
En cuanto al momento de la grabación, Martín confesó que más allá de su vasta experiencia, tenía muchos nervios. “No te voy a negar que me temblaron las patas”, reconoció y le adjudicó esta situación a trabajar “con la plataforma de streaming N° 1 a nivel mundial”, que “no es un cliente más, sino que es él cliente”.
Netflix, un gran salto a nivel profesional
Martín Rodríguez Sabagh consideró que este trabajo con Netflix marcó “un antes y un después” en su carrera como profesional de la voz. “Empezar a trabajar con esta reconocida serie fue un salto increíble, fue algo soñado”, valoró claramente emocionado.
En este sentido, expresó que a los 48 años está “empezando una carrera nueva”. “Gracias a esta campaña, ahora tengo un representante en México, es decir, una agencia de locutores que maneja mi carrera con clientes exclusivamente internacionales”, enfatizó. Cabe destacar que México es la meca de los locutores, del doblaje y de la industria musical, donde están las mejores agencias y a donde acuden las principales marcas del mundo.
Sus estudios como locutor y su vida en Córdoba
A pesar de haber nacido en la localidad santiagueña de Frías, Rodríguez Sabagh se siente un cordobés más. “Me vine a estudiar a Córdoba con 20 años y acá formé una gran familia con mi mujer y tres hijos”, dijo.
En cuanto a su trayectoria como locutor, contó que trabajó “en shoppings, en open, en la radio de empleados de comercio, en la universidad, además de una serie de medios de Santiago del Estero”. “Trabajo como cualquier persona pero puedo vivir de la locución, lo cual es algo muy extraño porque los locutores solemos necesitar muchos trabajos para vivir”, sentenció.
Un mensaje para los estudiantes y sus colegas argentinos
“El mensaje que doy es que hay que estar preparado y nunca hay que subestimar al cliente. Hace poco tiempo me eligieron para hacer un doblaje de Billy Graham para Discovery Channel. Yo estudié el personaje, me presenté y me echaron porque no di con el perfil. Y ahora me surgió esta enorme oportunidad con Netflix”, se sinceró el locutor.
Y remarcó que “la moraleja es que así como hay logros, también hay fracasos: uno tiene encima muchos tropiezos que no los cuenta pero que forman parte de la experiencia, que no siempre se está a la altura de lo que están pidiendo”, y que eso no significa una caída.