La Banda de los Inhibidores: las cubiertas secuestradas cuestan unos 120 millones de pesos

Empleando dispositivos de radio, robaban autos de alta gama y neumáticos en Córdoba.

La Banda de los Inhibidores: las cubiertas secuestradas cuestan unos 120 millones de pesos
La banda de inhibidores de alarmas.

Tras haber caído durante la semana pasada, se conoció ahora que los neumáticos robados por la llamada Banda de los Inhibidores es un millonario botín que ronda los 120.000.000 millones de pesos, estimaron fuentes de la investigación de este resonante caso en Córdoba.

En tal sentido, este miércoles, el fiscal que intervino en el procedimiento, Rubén Caro, indicó: “Sólo en cubiertas, teniendo en cuenta el valor más bajo del mercado tenemos un monto superior a los 120 millones de pesos”, estimó.

A continuación, relató que “hay tres prófugos, alguno a través de un abogado, ha manifestado sus intenciones de presentarse espontáneamente”, contó a La Voz.

La banda cae en desgracia

Tres procedimientos se realizaron simultáneamente, el viernes pasado, en barrios del sudoeste de la ciudad de Córdoba y como resultado cinco personas quedaron detenidas.

En estos allanamientos, también secuestraron dos autos, una moto, una camioneta de alta gama, gran cantidad de autopartes y más de 700 neumáticos que se presumen robados, se conoció al cierre de la semana pasada.

El operativo policial se denominó Pandora, por el nombre de un inhibidor de alarmas de origen ruso, de tecnología reciente, que habría sido el elemento clave de la banda para vulnerar los sistemas de seguridad de los coches atacados.

Según explicó Carlos Palaver, de la Dirección General de Investigaciones policial, este artefacto, mediante la descarga de archivos de software, permite ir probando los códigos de señal de las llaves de las diferentes marcas de vehículos de alta gama hasta encontrar la señal correcta y así abrir el coche para lograr la sustracción de los elementos que se encuentran en su interior.

Además, el aparato también incluye un sistema para interferir las comunicaciones a 500 metros a la redonda, y un inhibidor de GPS para permitir que el auto, en caso de ser robado, no pueda ser rastreado.