Instituto disputa por cuarto año consecutivo semifinales de Liga Nacional, y empezó con el pie derecho. Venció a Regatas de Corrientes por 77 a 70 en el primer juego. Este domingo tendrá lugar el segundo, también en el Ángel Sandrín.
El uruguayo Pomoli Pomoli y Lugarini, con 13 puntos, fueron los máximos anotadores de Instituto. En la visita, Ramírez aportó 15 y fue el goleador del primer encuentro de la serie en la que manda la Gloria 1-0.
EL COMIENZO, MUY DISPUTADO
Un primer cuarto digno del arranque de una semifinal, con dos equipos enfocados en hacer su juego y hacer rendir al máximo a sus jugadores. La Gloria empezó abajo en el marcador, pero cuando se jugaban dos minutos, Leandro Vildoza clavó un triple que levantó al público.
Le siguió otro de Lugarini para poner el juego 8-6 y empezar a mover el tanteador para uno y otro lado. Aaliya, en ambos tableros, Negrete con su juego explosivo y la circulación de pelota, entre los puntos destacados de un primer cuarto que ganó la visita 22-20.
El segundo capítulo fue muy similar. Lee Aaliya, determinante debajo de los tableros y Regatas lastimando con su juego en el perímetro. Las acciones se mantuvieron disputadas; los dirigidos por Lucas Victoriano ajustaron aún más los engranajes en defensa y, tras boquear un tiro de tres de Holt, Lugarini acertó el suyo para que la Gloria vuelva a ponerse arriba por la mínima (33-32) a poco más de cuatro minutos del cierre del período.
Y el alero volvió a hacer sentir su condición: asistió, recuperó y llevó a su equipo que estire la diferencia a seis (38-32), a menos de dos minutos del final. Una serie de faltas permitió que Regatas se vuelva a acercar en el tanteador, pero Instituto se mantuvo arriba y se fue a los vestuarios ganando 40-37.
ASÍ LO GANÓ INSTITUTO
Al regreso del descanso Instituto se apuró en dos ofensivas y no pudo concretar. Todo el esfuerzo realizado en defensiva se demoró en cristalizarse. Pero mantener una defensa agobiante, aprovecharon los errores del rival, le valió y volvieron a tomar distancia.
Promediando el cuarto, el Sandrín se convirtió en una caldera; un triple de Copello y la asistencia de Guerra a Saiz para sacar nueve de diferencia, los motivos que encendieron a la parcialidad local. Regatas volvió a acercarse, pero esta vez Instituto pudo manejar mejor las acciones y con un parcial de 20-17 siguió liderando el tanteador (60-53), a falta de un cuarto.
En el último capítulo, la Gloria hizo pesar su calidad y amplió diferencias. Con jugadores enfocados en su rol, dejando todo en defensa y buscando la mejor opción en ofensiva, pudo marcar la distancia que le había costado, principalmente, en los dos primeros cuartos.
La rotación permitió darle aire a los que les tocaba estar en cancha y seleccionar mejor las opciones de juego. Los de Victoriano fueron un equipo en sincronía, independientemente de quien estuviese en el quinteto titular, y eso terminó dando réditos. Sobre el final hubo imprecisiones de ambos equipos, pero Instituto ya lo había cerrado, para cantar el primer triunfo de la serie.
