Si bien la caída de Talleres ante Atlético Tucumán ya estaba decretada, en una de las últimas jugadas del partido se dio una gran polémica. Es que, el árbitro Nazareno Arasa fue llamado a revisar un penal que había desestimado y lo terminó cobrando.
En la jugada, el defensor del equipo cordobés Tomás Palacios levantó la pierna dentro del área e impactó levemente y sin intención con un delantero local que se había lanzado a cabecear la pelota. El roce fue imperceptible, por lo que Arasa dejó seguir el juego.
Sin embargo, segundos después fue llamado por el VAR para que revise la jugada. Sugestionado por esa acción, el juez del partido vio las imágenes y cobró penal para el Decano, que fue concretado por el delantero Cristian Menéndez.