Este domingo 25 de junio en las elecciones provinciales se utilizará por primera vez en la historia electoral de Córdoba la inteligencia artificial durante el proceso de carga de datos del escrutinio provisorio. Y se eliminará el “centro de cómputos”, una mega estructura para “cargar a mano” los números de los resultados en cada mesa electoral.
Este vez, en cambio, habrá 1.487 “mini centros de cómputos”, uno por cada escuela habilitada para sufragar, desde donde se transmitirá de manara directa –y utilizando en el proceso inteligencia artificial– el resultado de cada mesa, pero sin trasladar físicamente las actas redactadas a mano al pie de la urna, las que serán resguardadas para el escrutinio definitivo que realizará la Justicia electoral en los 15 días posteriores a los comicios.
El cambio central es que no habrá un “centro de cómputos” donde se realice la carga manual de los datos. Esta vez, será la autoridad de mesa quien, en cada escuela, digitalizará el acta utilizando un escáner que, mediante el uso de inteligencia artificial, transformará los números manuscritos en datos consolidados. método que, teóricamente, eliminaría los errores por mala carga manual.
ASÍ FUNCIONARÁ EN CADA “CENTRO DE CÓMPUTOS”
Un asistente técnico operará el escáner y un software que, bajo responsabilidad de la autoridad de mesa, leerá el acta redactada en cada mesa. Esos guarismos, una vez consolidados, serán transmitidos a un centro de control en que no habrá carga de datos, sino un seguimiento de la trazabilidad de cada acta.
El escáner está “entrenado” para realizar una “interpretación con redes neuronales” de la letra manuscrita de cada acta. Así, cada número hecho a mano alzada será transformado en un símbolo numérico impreso.
El proceso lo hará un técnico de la empresa Ocasa capacitado por MSA, la proveedora del sistema de cómputo, aunque bajo supervisión de la autoridad de mesa, quien, finalmente, podrá salvar alguna duda si surge una diferencia por la interpretación de su letra.
Un ejemplo concreto: si un “nueve” manuscrito es leído por el escáner como un “cero”, el dueño de la letra podrá indicar qué número corresponde. En otras palabras: quien validará el trazo es la misma persona que escribió el acta.
CÓMO SERÁ EL MECANISMO EN LA VOTACIÓN
El fiscal público electoral (Fipe) de cada escuela recibirá un sobre cerrado con un CD que contiene el software que sirve para poner en marcha la computado de transmisión. Recién a las 17 , una hora antes del cierre, el técnico recibirá del Fipe el CD y las claves encriptadas para loguearse.
Una vez cerrado el conteo en la mesa, y con el acta original elaborada, las autoridades de mesa y los fiscales irán al centro de transmisión ubicado en cada escuela. Allí, el técnico escaneará el acta. Luego, con la autoridad de mesa y los fiscales, cotejarán que los datos interpretados sean idénticos a los escritos en el aula.
Una vez finalizado ese proceso, y tras ser avalado por la autoridad de mesa y los fiscales, el sistema generará una acta digital con los mismos datos del acta original. “Cerrado” ese paso, el acta no podrá ser modificada.
Esa acta digital será imprimida tantas veces como sea requerida, a la vez que se emitirá un certificado de transmisión. Los datos del acta de escrutinio y del certificado de transmisión deberán ser los mismos. Recién entonces, los datos viajarán a un centro de consolidación.
La trazabilidad será abierta para los fiscales partidarios designados desde el minuto cero, y estarán abiertos a la comunidad desde, aproximadamente, las 21 horas, cuando vence la veda. La apertura depende, por lo general, del porcentaje de mesas consolidadas, por lo que suele extenderse algunos minutos.
El acta original, es decir la realizada de puño y letra al pie de la urna, será embolsada junto a la urna y viajará a Tribunales, donde se realizará el escrutinio definitivo. El precintado de esa bolsa estará en manos del Fipe.
¿QUÉ PASARÁ SI NO HAY INTERNET?
En el Salón de los Pasos Perdidos, en Tribunales I, funcionará el centro de flujo, donde, a través de pantallas, podrá seguirse el proceso de carga de cada acta; y la posterior visualización de esos datos.
Los técnicos de la empresa MSA estiman que la transmisión de cada acta demandará entre 5 y 7 minutos. El grueso de las escuelas tiene ocho urnas o menos; por lo que la transferencia de datos no debería prolongarse.
¿Qué pasa si no hay internet? Todo el proceso de carga y emisión puede hacerse sin internet. La empresa MSA asegura que tiene un relevamiento de la conectividad de cada escuela, con el respectivo plan de contingencia para transmitir los datos.
¿Qué pasa si se corta la electricidad? En la peor de las hipótesis, sigue vigente el mecanismo tradicional y cada fiscal tendrá una copia fiel del conteo en la mesa, quedando para el escrutinio definitivo esa carga. En cualquier caso, las actas no saldrán de la escuela, sólo cuando hayan sido embolsadas y precintadas por el fiscal público electoral.