Héctor Dionisio Aguilar (64) desapareció el pasado 2 de julio, en la localidad cordobesa de San Basilio. A 18 días de la última vez que lo vieron, su auto apareció en Mendoza y sospechan que fue víctima de un crimen. En diálogo con la prensa, Adrián, su hijo, pidió Justicia por su padre.
Daniel Fernández, abogado de la familia del desaparecido, advirtió que la principal hipótesis considera que atentaron contra la vida del cordobés. Además, precisó que hay 12 detenidos, de los cuales cuatro tendrían relación directa con la desaparición de Aguilar. Sin embargo, aún no se ha encontrado el cuerpo del desaparecido.
EL PEDIDO DE ADRIÁN AGUILAR, HIJO DEL DESAPARECIDO
Adrián Aguilar, uno de los hijos de Héctor habló con Info YA! y dijo: “Ya hay definidas varias cosas pero lo primordial es encontrar a mi viejo pero ninguno de los detenidos habla. No entiendo por qué le arrebataron la vida, si se comprueba eso, por un auto y 200 mil pesos. Podrían haberle robado y dejado tirado sin vehículo”.
Si bien Héctor vivía solo en su casa, trabajaba con su hijo en un campo, pero nunca le mencionó que estaba en contacto con una mujer a través de Facebook; que ésta sería la principal sospecha de los investigadores: un engaño seguido de un crimen.
INTENSA BÚSQUEDA DE HÉCTOR AGUILAR EN MENDOZA
La búsqueda se concentra en el sector de Cañada Seca, localidad de San Rafael, y se intensificó este lunes con la utilización de drones y perros adiestrados. El hombre de 64 años habría sido engañado por una banda de presos, que lo llevó a realizar distintos giros de dinero a través de billeteras virtuales, indicaron fuentes judiciales.
LA HIPÓTESIS DE UN ENGAÑO QUE TERMINÓ EN CRIMEN
Las cámaras y peajes determinaron que Aguilar viajó de San Basilio a Mendoza; los movimientos bancarios indicaron que tenía encima poco más de 200 mil pesos en efectivo.
Mientras, en Córdoba, un compañero de trabajo contó que desde hacía dos o tres meses, Aguilar estaba en contacto con una mujer que decía ser de San Rafael y que le decía que tenían una hija en común y que necesitaban de su ayuda, ya que tenía problemas de salud.
Desde entonces, se advirtió a través de los movimientos bancarios, Aguilar había comenzado a transferir de manera periódica diferentes sumas de dinero. Según se cree, todo había sido un engaño. Los pesquisas indicaron que eran presos los que se hacían pasar por esa mujer.
Al respecto, Adrián pidió: “Quiero que se haga justicia por lo que le hicieron, que paguen lo que tengan que pagar”.
QUIÉNES SON LOS ACUSADOS EN LA CAUSA DE HÉCTOR AGUILAR
Ya hay cinco personas detenidas e imputadas, cuatro de ellas por estafa y homicidio en perjuicio de Aguilar. La otra, por encubrimiento.
- Hernán Oviedo Castro (31) purga una condena por haber participado de una violenta golpiza que le costó la vida a Waldo Vera. Este hecho ocurrió el 28 de marzo del 2015 cuando Oviedo junto a tres individuos atacaron en patota a Vera que falleció en el hospital Regional de Malargüe. Después de 5 años del ataque, Oviedo Castro y sus cómplices fueron condenados en un juicio abreviado por el delito de homicidio en agresión.
- Brian Ríos (30) estuvo preso por violencia de género en perjuicio de su ex pareja con la que vivía. El domicilio es cercano al club Cuadro Benegas donde encontraron el auto de Aguilar con manchas de sangre y un lente de anteojos que podría ser de la víctima.
- Alan Eloy Martínez (28) que fue detenido junto a Ríos y sería quien recibía las transferencias de dinero que giraba Aguilar, tenía un pedido de captura de la Comisaría 42 por un hecho de violencia de género.
- Silvia Raquel Luffi (31) pareja actual de Ríos. Se cree que la pareja se subió al auto; ella habría sido el “anzuelo” con el que los estafadores captaron a Aguilar. La hipótesis indica que en ese mismo auto, Ríos apuñaló a Aguilar hasta darle muerte.
El fiscal Javier Giraoli, desde Mendoza, indicó que existen dos causas penales abiertas por el caso: una tramitada en nuestra provincia por “averiguación de paradero” y otra en San Rafael por “homicidio criminis causa”, ante la sospecha de que fue asesinado para ocultar otro delito, en este caso el robo.